Apenas acabo de descubrir Wordle y creo que ya puedo decir que estoy enganchado. Es un rompecabezas en el que tienes que adivinar una palabra en inglés de cinco letras para lo que tienes seis intentos. Afortunadamente sólo hay una palabra por día, que se renueva a medianoche del horario central europeo.
Su funcionamiento es muy similar al del Mastermind. Cada vez que introduces una palabra te indica en verde las letras que has acertado y que están en la posición correcta; en amarillo (¿mostaza?) aquellas que están en la palabra pero no en el lugar en el que las has puesto; y en gris las que no salen en la palabra buscada. Se pueden repetir letras.
Tiene un modo «complicado» accesible desde el menú de arriba a la derecha en el que te obliga a mantener cualquier letra verde/amarilla en siguientes intentos de tal forma que no puedes usar las cinco posiciones para intentar adivinar otras letras.
El juego guarda además estadísticas, así que si usas siempre el mismo navegador te dice cuántas partidas llevas, el porcentaje de veces que has ganado, cuantas veces seguidas lo has hecho, tu máximo de partidas ganadas seguidas, y en qué intentos has acertado. También tiene un botón para compartir tus resultados aunque sin espoilear el asunto:
Wordle es una creación de Josh Wardle para su pareja. Y como ya se sabe que ninguna buena acción escapa sin su castigo ahora el resto de la humanidad está ahora «sufriendo» por ello.
Todo esto del metaverso me cabrea mucho porque toda mi vida me han dicho que «está mal vivir en un mundo de fantasía» y que mis aficiones e intereses eran «escapismo malsano». Pero resulta que lo único que les enfadaba era que mi imaginación no estaba bien monetizada.
“- En un par de semanas me mudo pero me falta lo más importante: Internet.
- Yo de eso no tengo problema: tengo 300 Mb/s simétricos. De hecho, en dos semanas hacemos LAN Party.”
En el Departamento de Tráfico de Escocia tienen una curiosa práctica consistente en ponerle nombres divertidos a los camiones que esparcen sal durante el invierno en las carreteras del lugar. Algunos de ellos pueden verse en este mapa de la posición de los camiones de sal. Si el asunto suena divertido es porque convirtieron esos nombramientos en un concurso público a votación mediante el cual las nuevas adquisiciones reciben nuevos nombres sugeridos por la gente y votados en una página web.
Algunos de los nombres de estos camiones (en inglés, gritters) son juegos de palabras de lo más simpáticos:
Gritney Spears
Blizzard of Oz
Frosty
William Wall-Ice
Megameltasaurus
Mary Queen of Salt
Spready Mercury
Buzz Iceclear
Snow Connery
You Only Grit Ice
Licence to Chill
Llama la atención que muchos de ellos tienen que ver con la saga de James Bond, pero teniendo en cuenta que el ilustre escocés Sean Connery fue considerado uno de los más grandes intérpretes del personaje, está justificado.
A principios de año también se comentó que esta curiosa costumbre se estaba extendiendo a Estados Unidos y Rusia. Los americanos por ejemplo ya habían elegido como favoritos Plowasaurus Rex, Sir Salts-A-Lot y Snowboni; los concursos se organizaban por estados. De Rusia no sabemos nada de momento, pero seguro que acaba llegándonos algo al respecto.
Apenas acabo de descubrir Wordle y creo que ya puedo decir que estoy enganchado. Es un rompecabezas en el que tienes que adivinar una palabra en inglés de cinco letras para lo que tienes seis intentos. Afortunadamente sólo hay una palabra por día, que se renueva a medianoche del horario central europeo.
