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08 Mar 12:40

Tu mente va a explotar en 3,2,1..., por @gordoconrapo


08 Mar 07:20

Los insultos en español se vuelven ridículos si los traducimos, por @ADilibro


08 Mar 06:52

El ferisbus, por @soyTian


07 Mar 22:39

Una alludita por favor, por @Charlivans


07 Mar 14:01

¿Por qué señor... por qué?, por @pixxita

Chexpirit

Michomachismo


07 Mar 13:59

Ponga un levitador acústico en su mesa para hacer flotar gotas de agua

by nachop@gmail.com (Nacho)
Chexpirit

Compra franjaaaaaaal!

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LeviZen es una lámpara de escritorio que además tiene la capacidad de hacer flotar en el aire gotas de agua (y otras cosas) utilizando ondas de sonido ultrasónicas, de alta frecuencia e inaudibles para el oido humano.

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El levitador consta de dos partes, la “lámpara” con la base en la cual están dispuestos los emisores de ultrasonidos y “la caja”, que controla la iluminación y la potencia de las ondas. Al depositar una gota de agua sobre el campo de ondas acústicas ésta se queda en el aire desafiando a la gravedad.

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El proyecto LeviZen están inspirado en el trabajo de Asier Marzo, doctorado por la universidad de Navarra y que actualmente trabaja desarrolla su trabajo en la universidad de Bristol, que el año pasado explicó con detalle cómo construir en casa uno de estos levitadores acústicos.

Relacionado,

# Enlace Permanente

07 Mar 09:46

Gracias Ramón por cuidarnos, por @queridoantonio


07 Mar 07:44

El eterno atardecer venusino

by alvy@microsiervos.com (Alvy)

Venus IR jaxa 960Venus rota tan lentamente sobre su propio eje que necesita 243 «días terrestres» para completar un «día venusino»; de hecho es el «día» más largo de los planetas del Sistema Solar, más incluso que el propio año venusino (lo que tarda en girar alrededor del Sol). Como el radio de Venus es de 6.000 km eso quiere decir que su circunferencia máxima mide unos 38.000 km. Así que si recorrieras Venus por su ecuador, caminando a buen ritmo sin parar –156 km/día, unos 6,5 km/h– podrías caminar y caminar sin ver nunca ponerse el Sol, en una especie de atardecer eterno. [Foto: Venus / ISAS, JAXA. Fuente: Fermat’s Library.]

# Enlace Permanente

06 Mar 21:43

¿¿WWWTTFFF??, por @blankipur

Chexpirit

La puso Luca?


06 Mar 19:39

Se vende braga para el cuello pero no tiene claro que tipo de bragas son

Chexpirit

Jajajajajajaj


06 Mar 18:31

La ridícula prenda de ASOS de la que se está riendo medio Twitter, por @favadakedavra

Chexpirit

Pa follar rápido


06 Mar 11:01

Mirálo... MIRAAAAAAALO, por @malerey_


06 Mar 09:00

En YouTube si que son originales, por @Mr_Cebolla


05 Mar 21:04

Don Rencores se ha enfadado, por @OrdureBizarre_


05 Mar 21:03

Los seis grados de separación en la Wikipedia o la relación entre Chiquito de la Calzada y Schopenhauer

by alvy@microsiervos.com (Alvy)

Seis grados de separación Wikipediaa

Six Degrees of Wikipedia lleva a la enciclopedia libre la teoría de Milgram de los seis grados de separación, que viene a decir que con eso de «un amigo de un amigo» estamos todos los habitantes del planetea conectados por unos seis grados como máximo.

Seis grados de separación Wikipedia

La teoría de los seis grados es un hecho ampliamente aceptado en la cultura popular (especialmente en la versión separación de Kevin Bacon), incluso con «experimentos» y cálculos que –difiriendo bastante del original, que podía ser un tanto inexacto– han demostrado que es cierto en Twitter (3,4 grados entre usuarios al azar), email (~6 saltos) y Facebook (5,7 saltos de promedio)

De Chiquito a Schopenhauer
El sendero que lleva desde el genio del humor contemporáneo
hasta uno de esos filósofos famosos

Este mismo experimento ya lo vimos con bloggers, juegos con tarjetas de papel y además. Esta versión muestra un grafo muy interesante, que se puede manipular un poco, con clics activos hacia las páginas en cuestión. Una forma entretenida de perder el tiempo. ¡Ojo que engancha!

Relacionado:

04 Mar 18:17

El caballero que no siente dolor muscular, por @lapekin_esa

Chexpirit

Trombocid... Genio


04 Mar 15:53

Sí, el castellano es maravilloso por estas palabras que significan una cosa y lo contrario a la vez, por @ines_aguilar_c


04 Mar 15:04

Los marxistas también tienen derecho a tener su coche reparado, por @Evilsitatobonit


04 Mar 15:03

Un mapa que ilustra qué país hay al otro lado del océano

by wicho@microsiervos.com (Wicho)

Al otro lado del océano

Hace unos días hablábamos de continentes enteros que no están donde seguramente pensamos –África, por ejemplo, está mucho más al norte de lo que solemos pensar– y acabo de encontrarme con estas imágenes que ilustran muy visualmente esta idea.

Se ve perfectamente como África ocupa una enorme parte de la costa de las Américas que va desde Buenos Aires hasta casi el estado de Virgina en los Estados Unidos y como Europa está casi toda frente a Canadá y no los Estados Unidos como tendemos a pensar. París, por ejemplo, tiene una latitud más alta que la de Quebec.

Al otro lado del océano

Pertenecen a What’s across the ocean from you when you’re at the beach, in 7 fascinating maps, un trabajo de Weiyi (Dawn) Cai y Ana Swanson para el Washington Post.

Siguiendo con esto en Iso-Longitude and -Latitude puedes hacer un experimento, que es el de hacer clic en cualquier punto del mapa y ver todos los que están a la mima longitud y latitud o incluso en sus antípodas… e igual te llevas alguna sorpresa.

La Torre de Hércules en A Coruña, por ejemplo, está casi a la misma latitud que el faro de Cabo Sable en Nueva Escocia, Canadá, así que por menos de 500 metros no tenemos a Canadá enfrente en vez de los Estados Unidos. De hecho desde la playa de Canabal, un poco más al norte, lo que tienes enfrente a es Canadá.

(Vía El Orden Mundial S.XXI).

Relacionado,

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04 Mar 13:03

¿Cuál es la mejor canción inspirada en un clásico de la pintura?

by Javier Bilbao

Tal vez la sinestesia que en ciertos momentos nos lleva a relacionar colores y sonidos sea tan antigua como el arte. El arqueólogo David Lewis-Williams, que ha dedicado su vida al estudio de las pinturas rupestres, ha señalado que estas se encuentran a menudo en zonas de las cuevas de propiedades acústicas particularmente buenas, así que puede que formaran parte de rituales en los que se incluyera algún tipo de acompañamiento musical… todo un espectáculo audiovisual para una época que aún no conocía el cine. Sea como fuere, son muchos los músicos que han sentido la necesidad de poner banda sonora a aquellos cuadros que más han llamado su atención. A continuación recordaremos algunos ejemplos, así que voten su favorito o añadan si lo desean algún otro en la sección de comentarios.

(La caja de voto se encuentra el final del artículo)

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«Boulevard of Broken Dreams», de Green Day & Oasis

Si rastreamos los orígenes de la expresión «boulevard of broken dreams» encontramos en 1934 esta canción de la película Moulin Rouge. Un par de décadas después el compositor mexicano Juan García Esquivel bautizó así una de sus obras y probablemente es de ahí donde la cantante Chavela Vargas sacó la respuesta que le espetó a Joaquín Sabina cuando este, nada más conocerla, le preguntó dónde vivía. Así que la utilizó como título de la hermosa canción que más adelante le dedicó y que Los Secretos versionarían después. Aunque en ella se menciona a Frida Kahlo no puede decirse que «El bulevar de los sueños rotos» tenga su origen en un cuadro, así que dejemos, de momento, de tirar de este hilo y busquemos otro. Inspirándose en el cine negro, en 1942 el artista norteamericano Edward Hopper retrató un bar de grandes ventanales de Nueva York con unos pocos personajes solitarios en su interior. Bautizó la obra como Nighthawks y resultó tan evocadora que desde entonces se hicieron toda clase de versiones de ella, pero una de ellas alcanzó tal popularidad que casi igualó a la original. Pintada en 1984 por Helnwein, sustituía a los personajes por estrellas de la cultura popular estadounidense fácilmente reconocibles, su título: Boulevard of Broken Dreams. Este cuadro y título es el que tomó como punto de partida el grupo Green Day. Bueno, además de Wonderwall de Oasis, claro, cuyos miembros llegaron a quejarse públicamente por la similitud. De hecho el mashup o remezcla hecha posteriormente por un DJ encaja tan bien en sus acordes que merece ser la que pongamos en su lugar.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«Viva la vida», de Coldplay

Paul McCartney, Bob Dylan, Patti Smith, David Bowie, Miles Davis… la lista de cantantes que han desarrollado una faceta paralela como pintores es tan extensa que casi terminaríamos antes citando a los que no. También les ha llevado a mantener relaciones muy estrechas, como la que hubo entre las citadas Chavela Vargas y Frida Kahlo. Esta última encontró en la música el estímulo para parte de su obra, así por ejemplo Árbol de la Esperanza Mantente Firme surge de la canción tradicional «Cielito lindo», mientras que en sentido contrario Kahlo tuvo también influencia no solo en Chavela sino en otros músicos posteriores. Concretamente su último cuadro, el que pintó cuando ya barajaba la idea del suicidio y que terminó poco antes de morir, Sandías con leyenda: Viva la vida, es el que sirvió a esta banda inglesa.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«The Wake Of The Medusa», de The Pogues

En 1816 la fragata Medusa naufragó frente a las costas africanas y y cerca de ciento cincuenta supervivientes pasaron casi dos semanas a la deriva en una balsa. La convivencia durante aquellos difíciles días no debió ser buena, dado que apenas fueron rescatados vivos la décima parte. Semejante suceso dio pie a Théodore Géricault para pintar una de las obras clave del romanticismo, que a su vez permitió a estos anglo-irlandeses comenzar mencionando el cuadro para a continuación describir en tono sombrío cómo debió ser aquella experiencia. Aunque la estrofa final con esa referencia al ataúd vacío porque otros se llevaron el dinero, dejando solo la soga, es también una evidente alusión al desenlace de El bueno, el feo y el malo.  

La pintura…

(Clic para ampliar)

…y la canción

 

 

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«The Wake Of The Medusa», de The Pogues

En 1816 la fragata Medusa naufragó frente a las costas africanas y y cerca de ciento cincuenta supervivientes pasaron casi dos semanas a la deriva en una balsa. La convivencia durante aquellos difíciles días no debió ser buena, dado que apenas fueron rescatados vivos la décima parte. Semejante suceso dio pie a Théodore Géricault para pintar una de las obras clave del romanticismo, que a su vez permitió a estos angloirlandeses comenzar mencionando el cuadro para a continuación describir en tono sombrío cómo debió ser aquella experiencia. Aunque la estrofa final con esa referencia al ataúd vacío porque otros se llevaron el dinero, dejando solo la soga, es también una evidente alusión al desenlace de El bueno, el feo y el malo.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«The Ride of the Valkyries», de Domine

Otro vínculo que ha existido tradicionalmente entre estas dos artes han sido las portadas de los álbumes. Algunas llegaron a contar con obras originales de autores renombrados, como la que Dalí diseñó para su amigo Jackie Gleason en 1955. Pero lo habitual ha sido siempre aprovechar alguna pintura ya existente para ponerle encima el nombre del grupo y el título. Por ejemplo los grandes éxitos publicados en 1977 por Black Sabbath con la imagen de El triunfo de la muerte, de Pieter Brueghel el Viejo o Åsgårdsreien de Peter Nicolai Arbo para un álbum del grupo de metal nórdico Bathory, con sus valquirias cabalgando los cielos. Muy similar por cierto al cuadro The Ride Of The Valkyries de William T. Maud, que junto a la célebre ópera sirvió a esta banda italiana como referencia para la canción del mismo título, más heavy ya no se puede ser.

La pintura…

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… y la canción

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«Ballad of the Absent Mare», de Leonard Cohen

Desde comienzos de los setenta comenzó este cantautor canadiense su interés por la meditación budista, no es de extrañar que en ella encontrara también motivos sobre los que escribir canciones. Los diez toros son una serie de imágenes que se remontan al siglo XII que ilustran de acuerdo a la tradición zen las etapas en el camino a la iluminación. Sobre ello trata esta canción de su álbum de 1979 Recent Songs.

La pintura…

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… y la canción

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«Wings Of Speed», de Paul Weller

La dama de Shalott vivía encerrada tejiendo día y noche víctima de una maldición que se cumplió el día que vio al caballero Lanzarote y quedó prendada de él, partiendo en una barca en busca de su amado. Es la historia que Tennyson narraba en un poema, cantado por Loreena McKennitt y pasado en su día al lienzo por el pintor prerrafaelita John William Waterhouse. Por su parte Paul Weller cantó no tanto al poema sino, según contó aquí, al propio cuadro: «adoro las pinturas de Waterhouse, el drama en ellas e intenté capturar eso en la música».

La pintura…

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… y la canción

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«Vincent», de Don McLean

Este pintor ha fascinado tanto a diversos músicos que hay grupos que se han conformado con ser apenas una oreja suya. Jonathan Richman le dedicó este tema, por su parte Bob Dylan este otro y Serge Gainsbourg también lo mencionó. El autor de «American Pie» también habló aquí del pintor y su atormentada personalidad, además de mencionar algunas de sus obras más conocidas, como La noche estrellada.  

La pintura…

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… y la canción

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«Mona Lisa», de Nat King Cole

La sonrisa más enigmática de la historia del arte ha generado un inmenso caudal de homenajes, explicaciones y memes. Entre todos ellos se encuentra este tema que obtuvo un Óscar a la Mejor Canción por Capitán Carey. Nat King Cole lo versionaba con gran éxito, preguntándose si tienta al amante al que mira o si era un corazón roto que se intentaba disimular, nunca lo sabremos.

La pintura…

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…y la canción

 

 

 

 

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«Mona Lisa», de Nat King Cole

La sonrisa más enigmática de la historia del arte ha generado un inmenso caudal de homenajes, explicaciones y memes. Entre todos ellos se encuentra este tema que obtuvo un Óscar a la mejor canción por Capitán Carey. Nat King Cole lo versionaba con gran éxito, preguntándose si tienta al amante al que mira o si era un corazón roto que se intentaba disimular, nunca lo sabremos.

La pintura…

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… y la canción

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«Metal Postcard», de Siouxsie & the Banshees

Helmut Herzfeld fue un artista alemán del periodo de entreguerras que dedicó buena parte de sus fotomontajes a la crítica del régimen nazi que le obligó a exiliarse (pasando a llamarse John Heartfield). Su huella en el ámbito musical no ha estado solo en la fotografía de su mano que ilustraba el primer disco de System of a Down, también en la imagen Hurrah, die Butter ist Alle! (¡Hurra, se ha terminado la mantequilla!). Con ella se burlaba de la omnipresente propaganda del régimen y de su política armamentística, que anteponía los intereses militares a las necesidades básicas de la población. La letra de la canción recrea esa misma idea, con sus alusiones al vaso de mercurio como bebida y el metal como comida (al menos no toman azúcar). Incluso el mismo estilo musical asemeja un mecanismo rígido, es el sonido más acorde a la imagen que pretende transcribir por otro medio.    

La pintura…

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… y la canción

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«The Calling», de The Killers

«Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió» (Mateo 9:9). Esa escena del Evangelio permitió a Caravaggio firmar una obra en la que pudo mostrar todo su virtuosismo, con Jesús señalando al discípulo, iluminado por una luz presuponemos que divina. El batería del grupo estaba estudiando un curso sobre el barroco y mostró al cantante este cuadro, La llamada de San Mateo, ambos quedaron fascinados por esos contrastes y su carga simbólica, así que terminaron dedicándole un tema. Curiosamente Woody Harrelson, que tanto protagonismo está teniendo estos días, es el encargado de leer el pasaje bíblico con el que comienza, justo el que sigue al que hemos citado en las líneas anteriores.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«La isla de los muertos», de Rajmáninov

Cinco versiones llegó a hacer de este cuadro Arnold Böcklin, una obra que no solo le obsesionó a él sino a otros pintores posteriores como Dali, Giger o Hitler (aquí la tenemos a sus espaldas). Su influjo también llegó a la música, cuando el compositor ruso la vio en París en 1907 y le dedicó una de sus composiciones más conocidas.   

La pintura…

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… y la canción

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«A Promise», de Echo & the Bunnymen

Henry Scott Tuke se dedicó especialmente a reflejar escenas marinas, con una particular afición por mostrar a muchachos semidesnudos bañándose. En este caso fue tierra adentro para mostrar a un joven en un momento crucial, según se adivina por la seriedad del gesto, las manos cogidas y porque algo está prometiendo a juzgar por el título ¿Pero qué exactamente? Ese espacio en blanco es el que quiso llenar esta banda de Liverpool aparecida a comienzos de los ochenta.  

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«Pictures of Matchstick Men», de Status Quo

S. Lowry fue un artista inglés que se caracterizó por representar los paisajes urbanos e industriales de su entorno, siempre poblados por diminutas figuras humanas estereotipadas llamadas «hombres cerilla». A estas imágenes se refiere el título y estribillo de la canción que los lanzó a la fama en 1968.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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«The Caves of Altamira», de Steely Dan

Concluimos con una de esas pinturas rupestres a las que aludíamos al comienzo, que en esta ocasión inspiraron un tipo de música muy diferente de la que presumiblemente complementaron en sus orígenes. Hans Baumann fue un destacado ideólogo del Tercer Reich que tras la guerra se reinventó como escritor de literatura infantil y juvenil de notable éxito. Una de sus obras, Las cuevas de los grandes cazadores, es la que acercó a esta banda de jazz rock neoyorquina fundada en los setenta a las pinturas de la cueva de Altamira.

La pintura…

(Clic para ampliar)

… y la canción

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04 Mar 02:25

Y no te despediste de él, por @


04 Mar 00:02

Murcia is different, @Sr_Finch_


03 Mar 18:33

Aclárese, por @Ayparfavar

Chexpirit

Un clásico


03 Mar 15:45

Vive en 2045, por @yisuscribete


02 Mar 21:31

Es posiblemente la mejor discusión de Twitter de todos los tiempos, por @jsmamartinez


02 Mar 06:54

... no words, por @nintendololi


01 Mar 22:00

Este aparato desarrollado por el MIT produce electricidad de las variaciones de la temperatura ambiente

by nachop@gmail.com (Nacho)
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Gratis!

MIT Heat Harvesting 03
Fotografía: Melanie Gonick.

El aparato, llamado resonador térmico, por ahora no es más que un prototipo para comprobar un nuevo material que permite convertir las fluctuaciones de la temperatura ambiente en electricidad, en especial las que suceden entre la noche y el día.

Según recoge MIT News en System draws power from daily temperature swings “un resonador térmico es algo que puede dejarse sobre una mesa y producir electricidad a partir de lo que parece ser nada. Estamos rodeados por oscilaciones de temperatura de todas las frecuencias, todo el tiempo. Son una fuente de energía sin explotar.”

Para hacer posible el dispositivo los investigadores han desarrollado un material que combina espuma metálica, grafeno y octadecano resultando en un material que tiene a la vez una gran capacidad térmica (capacidad para almacenar calor en un volumen dado) y a la vez una gran conductividad térmica (capacidad para disipar el calor a través del material.) “En la mayoría de los materiales si una de estas propiedades es alta la otra tiende a ser baja. La cerámica, por ejemplo, tiene una alta capacidad térmica pero una baja conductividad.”

Esta propiedad crea en el dispositivo una diferencia de temperatura permanente entre uno y otro lado del sistema: “esencialmente, explican los investigadores, un lado del dispositivo captura el calor que luego se irradia lentamente hacia el otro lado. De ese modo un lado siempre va a la zaga del otro en tanto el sistema intenta llegar al equilibrio en ambos lados. Esta diferencia permanente de temperatura se convierte en electricidad con termopares comunes”, de la misma forma que funcionan los generadores termoeléctricos, los convencionales y también los nucleares o de radioisótopos.

De momento la potencia eléctrica producida por el resonador térmico es “modesta”. Según las pruebas efectuadas con el prototipo como respuesta a una variación de 10° el dispositivo produce 350 milivoltios y 1,3 milivatios de potencia. Pero a cambio el sistema es capaz de funcionar de manera continua y prolongada durante años. “Esto permitiría suministrar electricidad a, por ejemplo, sensores remotos sin necesidad de disponer de otras fuentes de energía ni baterías”, explican.

El resonador térmico tampoco necesita recibir luz del sol, por lo que puede funcionar en la sombra o en lugares cerrados siempre que haya cambios en la temperatura ambiente: “eso significa que no se ve afectado por la meteorología, ni por la presencia de nubes y condiciones del viento ni por otras variables climatológicas. Puede colocarse en cualquier lugar, incluso debajo de un panel solar y en sombra perpetua para incrementar la eficiencia del panel solar aprovechando también el calor de alrededor,” señalan los investigadores.

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01 Mar 07:06

Pero ya no queda nada, por @____tuan


01 Mar 05:16

La dragona punk del cabaret

by Marta Arias
Chexpirit

DRAGONAAAAA

Fotografía: Anna Surinyach

¿Cómo se divierte la gente en diferentes partes del mundo? Esta es la pregunta de partida del libro de periodismo internacional que acaba de publicar Revista 5W, bajo el título de Diversión, que se puede comprar aquí. «La dragona punk del cabaret» es uno de los reportajes que aparecen en este volumen de más de doscientas cincuenta páginas.

Revista 5W es una publicación de crónica y fotografía internacional fundada en 2015.

Juliette Dragon no es un apodo artístico. Es el nombre de la cabaretista punk que ha descubierto en el burlesque una forma de empoderamiento de la mujer. Admiradora de la filósofa Simone de Beauvoir, de la novelista Colette y de la modelo estadounidense Betty Page, Dragon reivindica el feminismo a golpe de purpurina.

Faltan seis horas para que empiece el espectáculo. Las chicas están reunidas en el cuarto piso de la Mains d’Oeuvres, un espacio social y cultural de Saint-Ouen, una localidad en la periferia norte de París. Ultiman el vestuario, recortan flecos a unos cinturones, pegan brillantes en unos sujetadores, cosen unos guantes. Sobre las mesas de la habitación convertida en camerino se desperdigan sombras de ojos, barras de pegamento, botes de purpurina y botellas de agua. Aprovechan cualquier rato para comer: un puñado de frutos secos, una pieza de fruta, un bocado de la tarta casera que alguien ha llevado.

Tienen a una líder. La directora, creadora y esta noche maestra de ceremonias del espectáculo es Juliette Dragon, una bailarina de cabaret-burlesque con espíritu punk que reivindica el feminismo a través de la recuperación de la feminidad. Es una mujer alta, enérgica, con un piercing que le subraya la sonrisa, media cabeza rapada y la otra media dominada por una mata de pelo rizado en estudiado alboroto.

Empiezan ahora la sesión de maquillaje, peluquería y vestuario. El proceso les lleva horas, pero al terminar son otras. Stéphanie se ha convertido en Bad Heidi, Emilie en Milly Résille, Joanna en Mademoiselle Charlotte Cilvouplee, Mélodie en Titania. Ellas mismas reconocen que los nervios disminuyen a medida que el personaje se va adueñando de ellas a golpe de accesorio.

En paralelo se celebra el último ensayo general antes de que empiece el espectáculo. Todas las chicas, en grupo o de forma individual, van actuando ante la mirada de Juliette, que sonríe desde un taburete situado justo delante del escenario. Agita su melena despeinada al compás de la música. Se levanta de un brinco y aplaude dando grititos como una niña emocionada cuando una de ellas la sorprende. Las anima, les dedica las mejores palabras. Y al acabar cada actuación, se sienta con cada una en una esquina del escenario y les comenta lo que más le ha gustado y la parte en la que deberían mejorar. Con algunas está un par de minutos, con otras más. No mira el reloj; cada chica necesita un tiempo diferente.

La profesora aprovecha cada pausa entre actuaciones para hacer algún comentario a los técnicos de luz y sonido —«En esta parte ponle mejor un foco rojo y luego ya cambias al azul»— o repasar en su ordenador una lista musical titulada Toutes Belles #10. Suena de todo. «It’s oh so quiet» de Björk, «Fujiyama» de Wanda Jackson, «Déshabillez-moi» de Juliette Gréco y hasta «Pepito» de Los Machucambos.

Todo está listo para el inicio de la función. En los camerinos, una veintena de mujeres, entre ellas Stéphanie, Emilie y Joanna, se preparan para salir al escenario. Se ahuecan el kimono, se ajustan unas orejas de gato, se echan un puñado de purpurina en el interior del guante y se aseguran de que la pestaña postiza esté bien sujeta.

Estamos en el gran inicio de curso de la École des Filles de Joie («escuela de chicas alegres»): la primera escuela de cabaret-burlesque de Francia, que ahora celebra su décimo aniversario.

—Lo esencial del burlesque es que una baje del escenario con menos prendas de las que subió, así que cada vez que una de las chicas se quite algo tenéis que gritar mucho, y cada vez que haga un movimiento así tenéis que aplaudir mucho.

Juliette Dragon se contonea en el escenario mientras da la bienvenida al público que este sábado de otoño ha acudido a Saint-Ouen.

Diseño gráfico vs. cabaret transformista

Juliette no oculta lo cómoda que se siente en un escenario, pero no tiene la necesidad de estar bajo los focos de forma constante. No quiere ser diva, sino inspiración y fuerza para las mujeres. Y no, el suyo no es un nombre artístico.

«Dragon es mi apellido, es mi tótem, es mi amuleto, es mi emblema. Nadie me llama de otra forma». También es un gran tatuaje que le cubre la parte alta de la espalda. Juliette es una dragona que se ha propuesto convertir el cabaret-burlesque en el arma feminista definitiva.

Nació en París pero creció en Montpellier, una ciudad mediterránea en el sur de Francia. Allí empezó una carrera dirigida a las artes gráficas, a la ilustración y a la pintura. Dibujaba sobre todo a mujeres.

En su adolescencia no se perdía ni una manifestación política ni una movilización estudiantil. «Yo era punk, anarquista». Juliette quería hacer un mundo mejor, hasta que un día, tratando de respirar bajo una nube de gas emitida por los antidisturbios, se planteó la eficacia de su activismo. ¿Cómo encontrar un arma efectiva para conseguir el cambio?

La respuesta llegó de la forma más inesperada. Juliette frecuentaba muchas fiestas rave. Descubrió las free parties y la música electrónica. Artistas de cabaret transformista la enseñaron a disfrazarse y maquillarse. «En aquella época yo era más bien un chico fallido y me lamentaba de haber nacido chica. Fueron los travestis quienes me reconciliaron con mi feminidad».

Era 1993. Juliette tenía veinte años.

Empezó a bailar con ellas y dejó de lado los lápices. «Me había convertido en mis dibujos, había encarnado mis personajes, llevaba los disfraces que yo había imaginado».

Al poco tiempo de haber empezado a trabajar, ya se había recorrido todas las salas de espectáculos del sur de Francia, y volver a París se le antojaba como la más evidente de las opciones. Con el paso de los años, Juliette se fue dando cuenta de cómo el cabaret-burlesque la estaba ayudando a aceptarse como mujer, a aceptar el cuerpo que la naturaleza la había dado, a tomar el control, a darle la vuelta y a empezar a jugar con los arquetipos femeninos. Fundó el Cabaret des Filles de Joie y empezó a actuar en salas. Tras cada espectáculo, muchas mujeres se acercaban para preguntarle dónde podían aprender a hacer eso.

«Era yo quien formaba a la mayor parte de artistas del grupo, así que propuse organizar una especie de prácticas abiertas. Fue un éxito inmediato», dice Juliette. Las clases crecieron y el número de alumnas se disparó. Había llegado el momento de ir un paso más allá. En 2008 abrió la École des Filles de Joie en la Bellevilloise, una sala de conciertos, exposiciones y reuniones situada en el distrito XX de París. Originalmente, desde 1877 hasta 1936, este espacio había funcionado como una cooperativa de trabajadores. Era también el lugar donde las sufragistas francesas se reunían para pedir el voto de la mujer. La inauguración de la escuela fue, por supuesto, el 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer.

Todas las mujeres son alegres

Justo una semana antes del espectáculo de inicio del curso, Juliette se sienta con tres alumnas en una terraza cercana a la parisina Gare de l’Est. Todas piden un té y una crep de chocolate, salvo ella, que escoge una de miel y limón. El camarero ya la conoce y contesta con una sonrisa a la petición. «Ni siquiera está en la carta», dice una de las alumnas. «Se la hacen especial para ella. Es la crep Juliette».

Acaban de salir de clase en un gimnasio municipal en cuya puerta esperan padres para recoger a sus hijos de las actividades extraescolares. Un edificio moderno, polivalente, aséptico, funcional, que podría estar en cualquier ciudad europea. Posiblemente el último lugar en el que alguien esperaría encontrar una glamurosa clase de cabaret-burlesque.

El día anterior hubo espectáculo, así que las bajas en clase son notables. Algunas de las que sí han logrado aferrarse a la fuerza de voluntad recompensan el esfuerzo con chocolate y una espontánea charla sobre feminismo.

Es una reunión intergeneracional. Béatrice ronda los sesenta años, Odette Marie los cuarenta y Julia los veinte. Todas residen en París, pero la primera es originaria del norte de Francia, la segunda del sur y la tercera de fuera del país. Perfiles muy diferentes que sin embargo reconocen como propia cada afirmación de la otra. El primer comentario enlaza directamente con la clase de la que acaban de salir y con un ejercicio que han aprendido para aliviar la carga de los hombros. «Es donde las mujeres tienden a concentrar la presión», dice la profesora. «Y presión tenemos mucha a diario», añade Odette Marie. «Tenemos que ser buenas madres, buenas esposas, buenas profesionales, buenas amigas, y todo manteniendo unos estándares físicos determinados», añade Béatrice. «¡Y sin olvidar el maquillaje ni perder la buena cara!», dice Julia.

Juliette Dragon asiente. Les habla de la importancia del control del cuerpo como medida para controlar todo lo demás. Y les cuenta su último experimento. En agosto acudió durante una semana a la prisión de mujeres de Versalles para hacer un taller de expresión corporal con ellas. La experiencia fue tan enriquecedora que ahora está tratando de replicarlo en otros centros penitenciarios de Francia.

La conversación se anima. Repasan la presión física y mental, pero también el acoso a las mujeres. «Hemos normalizado ir por la calle y que un tío te haga algún comentario o incluso te siga».

Son muchas.

Béatrice, farmacéutica sexagenaria, dice estar empezando a hacer lo que siempre ha querido. «De pequeña me gustaban el teatro y la música, pero en casa ni siquiera se me dejó plantearme la opción de hacer de ello una carrera».

Julia, estudiante de veintiún años, habla siete idiomas y acaba de ser admitida en la prestigiosa escuela informática 42, que bebe del espíritu de Silicon Valley. Hija de un refugiado político turco criado en el islam, no se cansa de repetir que su padre acababa de ir por primera vez a verla actuar y le había dicho lo orgulloso que estaba de ella.

Anne, de cincuenta y tres años, es una madre de familia que necesitaba volver a conectar con su feminidad. Stéphanie, de treinta y dos, lleva unos meses haciendo malabares con su rutina laboral para poder asistir a las clases; lo único que lamenta es que su novio aún no ha ido a verla porque dice «no estar preparado para ver a su novia desnudándose en público».

Esta reacción es muy habitual. La tradición francesa del cabaret-burlesque se había quedado relegada a los espectáculos para turistas que hacen caja fomentando el cliché. «Una persona que hace estriptis sigue siendo un poco una puta en la cabeza de mucha gente que no tiene ni idea. Yo siempre tengo que explicar mi trabajo. No resulta nada evidente», reconoce Juliette.

La ignorancia lleva a convertir en sinónimos el estriptis y el cabaret-burlesque. «¿La diferencia? En burlesque lo hacemos por puro placer, no ganamos mucho dinero con esto. Es absurdo; nuestros cuerpos no se parecen nada a los de las revistas. Por eso yo lo considero una tarea feminista: mostrar cuerpos de mujeres normales que no vemos en ningún lado, y mostrar que ellas son bellas y sexis sin importar cuál sea su talla».

Por eso este cabaret inaugural se titula Toutes les femmes sont belles. Todas las mujeres son bellas. Y lo demuestran todas y cada una de las alumnas que, altas o bajas, gordas o flacas, jóvenes o maduras, hacen suyo el escenario y ganan seguridad con cada prenda que se quitan.

El cabaret tiene mucho de sátira y no necesariamente va unido al concepto pin-up de mujer pasiva, adorable y reconfortante utilizada por la propaganda estadounidense de la década de 1940. La propia palabra burlesque significa «grotesco, extravagante». En el París de las décadas de 1920 y 1930, el mítico cabaret Folies Bergère organizaba grandes espectáculos que mezclaban humoristas, payasos, acróbatas, magos y bailarinas con los pechos desnudos. «Se empezó a llamar “burlesques” a esas revistas porque eran extrañas y divertidas. Y a las mujeres se las llamó “bailarinas de burlesque” porque la sociedad de la época estaba demasiado sorprendida por aquella desnudez como para poder decir qué hacían exactamente».

Feminismo y diversión

¿Qué pasa con las críticas que no permiten colocar feminismo y feminidad en el mismo discurso? «El feminismo de 1968 necesitaba reclamar la igualdad entre hombres y mujeres. Yo lo entiendo. Pero hoy considero mi feminismo como algo un poco diferente. Para mí, ser feminista es ser promujeres, profemenina, profeminidades en todas sus libertades. ¡No antihombres! Las antiguas generaciones de feministas se prohibieron a sí mismas ser sexis. Se negaban a ser el objeto de los hombres. A mí no me importa interpretar el papel de mujer objeto cuando tengo ganas, pero porque me considero mujer sujeto con todos los derechos», dice la dragona.

Hoy se ven cuerpos semidesnudos de mujeres en anuncios colgados por todas partes para vender perfumes, lencería, ropa… ¿Cuerpos, en plural? «¡Lo que vemos es el cuerpo de una sola mujer! Es una chica de como mucho veinticinco años, photoshopeada, que siempre es la misma. Es simétrica, con piernas largas y finas, nalgas redondas y respingonas, senos carnosos y altos, un bronceado impecable, una piel excelente, sin un lunar, una arruga o una ojera, con una cintura estrecha, un vientre plano y ni un michelín. No hay casi ninguna representación de mujeres normales, naturales. Nunca encontramos las marcas del tiempo sobre el cuerpo, la asimetría natural, las marcas de un parto, una tripa auténtica, celulitis, estrías, arrugas, michelines, vello. ¡Como si eso no existiera! ¡Es muy grave! Esto es lo que hace que las mujeres se sientan infelices, sobre todo las más jóvenes. Esto es lo que desencadena trastornos de alimentación, depresiones. Es esencial mostrar la belleza de las mujeres naturales. ¡Eso curaría a la sociedad!».

Tras volver a repasar cada punto de la escaleta con los técnicos, Juliette vuela hasta el cuarto piso. Tiene muy poco tiempo para acabar de maquillarse y vestirse, pero su cara no refleja ni un mínimo gesto de estrés. Es más: cuando termina de subir todas las escaleras —el ascensor no funciona— aún saca tiempo para preguntar a cada chica cómo se encuentra y asegurarse de que todas han comido antes de salir a actuar.

Juliette se da los últimos retoques. Vestido de flecos. Peluca tipo flapper: media melena lisa de color azabache. Collar de calaveras, como las que siempre lleva en sus anillos. El punk no se doblega ante el burlesque.

En la planta baja todo está listo. Se abren las puertas y el público llena la sala. Las luces se apagan. El humo invade el escenario. La música empieza a sonar.

¡Bienvenidas, bienvenidos al Cabaret des Filles de Joie!

01 Mar 05:13

Ghostbusters World, el juego de Cazafantasmas que aspira a ser el próximo Pokémon Go

by nachop@gmail.com (Nacho)

El tráiler del videojuego de realidad aumentada Ghostbusters World todavía está en desarrollo, pero esencialmente se trata de cazafantasmas al estilo de cazar pokémones del archiconocido Pokémon Go.

Según sus desarrolladores (el viejuego es resultado de una colaboración entre World Game, Sony Pictures Entertainment Consumer Products, Ghost Corps y la editorial FourThirtyThree Inc.) para cazar a los fantasmas (que proceden de todas los universos de la franquicia, incluyendo las películas, programas de televisión, cómics, parques temáticos y videojuegos; además de fantasmas nuevos, específicos del videojuego) habrá que pelear con ellos antes.

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