Over three-and-a-half minutes of TV and movie nicknames for male genitalia, compiled by Huffington Post Movie Mashups:
From "Family Guy" to "Anchorman" to a certain song from Monty Python's "The Meaning Of Life," penis nicknames are a bigger part of of pop culture than you might think.
Quien más quien menos, todo el mundo conoce El origen del mundo, ese cuadro de Courbet que fue considerado pornografía y oculto durante más de un siglo: un coño peludo y al descubierto como símbolo del origen de la vida. Hace poco la artista Deborah de Robertis realizó una performance que consistió en desplazarse hasta el Mudeo d'Orsay en París, sentarse junto al cuadro y mostrar al mundo su coño bajo el título Espejo del origen. Irónicamente, parece que no estamos tan lejos de 1866: el vídeo ha sido censurado en varios sitios.
Si os digo que una gogó de la discoteca Pacha en Ibiza hizo unos días atrás algo que no habéis visto en vuestra vida, seguramente os cueste creerlo, a vosotros, que conocéis los rincones más oscuros de internet y las parafilias más enloquecidas. Pues sí: esta señorito tuvo la idea de meterse por el culo un butt-plug (imagino, porque una bullet correría peligro de eyección con los esfuerzos que hace la muchacha) que llevaba instalado un láser, de modo que le salía literalmente un rayo de luz verde por el ojo del culo.
Detalle de El triunfo de la muerte de Pieter Brueghel. Imagen: Museo del Prado / DP.
Me encantan los enamorados de El triunfo de la Muerte. Los frescos altomedievales de la danza de la muerte están muy bien, pero hay que decir que Brueghel lo borda. Ese cuadro está lleno de detalles fantásticos. Pero a mí me encantan los enamorados del rincón.
Ellos van a lo suyo. Sin enterarse de nada. Todo es muerte y destrucción a su alrededor y ellos ni se inmutan. No sabemos si Brueghel estuvo alguna vez enamorado (aunque podemos suponer que sí). En cualquier caso enamorados como los de su cuadro hay en todas partes y en todas las épocas. Y todos nos hemos sentido así alguna vez: invencibles, poderosos, únicos, en un mundo aparte, protegidos de las inmundicias de la vida y de todo mal por obra y gracia de esa energía tan potente, ese chute de optimismo tan inesperado que trae eso que llamamos «amor». Y la Muerte nos mira burlona y por un momento parece que se va a apiadar de nosotros, que nos va a dejar en paz, que va a respetar nuestra felicidad. ¡Y una mierda! De eso nada, nos vamos a joder como todos, y de un plumazo. En el día del Juicio Final, seremos pasto de las llamas del infierno. Como todos. Pieter Brueghel nos mira a los ojos y nos avisa, nos amenaza, nos despierta a lo bestia. Pero nosotros queremos seguir cantando y soñando, y besándonos y amándonos, y cerrando bien fuerte los ojos, a ver si la muerte pasa de largo.
Nicolás II y su amada esposa Alejandra son los enamorados de El triunfo de la Muerte. Ellos también se creían superiores, invencibles, poderosos y únicos. Pero a diferencia del resto de los mortales, su delirio no era fruto de un pasajero subidón de endorfinas sino el resultado de una educación machacona y perfectamente aceptada por todo el mundo. Ellos eran el emperador y la emperatriz, eran los elegidos de Dios, eran los soberanos absolutos de su mundo. Tan capaces de nombrar santo a quien se les antojara como de mandar a la muerte a diez millones de personas por un caprichito tonto: poder pasar los veranos en un palacio de Estambul, pero no de invitados del sultán, que eso no mola, sino de dueños y señores de todo lo que veían sus ojos. Se puede pensar que no tenían bastantes palacios para pasar el verano, pero no, tenían de sobra…
¿Por qué tiene Rusia que combatir? Aquí a nadie, o al menos a nadie que piense, le importa un pito esas gentes turbulentas y vanidosas de los Balcanes que no tienen nada de eslavo y que no son más que turcos bautizados con otros nombres. Debimos dejar que los serbios sufrieran el castigo que se merecían… Y hablando de los beneficios que pueda reportarnos… ¿Un aumento de territorio? ¡Santo Cielo! ¿Es que aún no es bastante grande el imperio de Su Majestad?… Y aún cuando lográramos una rotunda victoria, con los Hohenzollerns y los Habsburgos reducidos a la paz, no solo significaría el fin de la dominación alemana, sino la proclamación de repúblicas en toda Europa Central, lo que representa el final simultáneo del zarismo… Hemos de liquidar esta estúpida aventura lo antes posible.
Estas palabras del conde Witte, antiguo primer ministro de Nicolás II, que Virginia Cowles recoge en su interesantísimo y terrible libro Los últimos zares cayeron en saco roto. No solo el zar estaba decidido a continuar esa «estúpida aventura» hasta el final (sobre todo desde que ingleses le prometieran, algo a todas luces imposible, dejarle vía libre para apoderarse de Estambul y del estratégico paso del Bósforo) sino por prácticamente la totalidad de sus ministros, generales y grandes nobles que formaban el reducido círculo del poder ruso. Casi todos eran profundamente belicistas, pero el zar además estaba encantado de vestir de uniforme y jugar a la guerra, algo que le había gustado desde niño. Y eso que ya le habían dado una buena tunda los japoneses en el 1905, pero Nicolás era de ideas fijas, y cuando flaqueaba un poquito ahí estaba su devota esposa para recordarle su papel. «El emperador eres tú, tienes que imponer tu voluntad», le decía constantemente, cada noche y cada mañana, en persona o por carta. Y cuando el emperador al fin imponía su voluntad (que curiosamente siempre coincidía con la voluntad de su amada esposa), le regalaba toda clase de bendiciones y muestras de jubilo:
No encuentro palabras para expresar cuánto se me ocurre —mi corazón está pletórico—. Estás demostrando ser el autócrata sin el cual Rusia no puede existir. Dios te ungió en su coronación. Él te puso donde estás y has hecho lo que deberías hacer… Esta será una página gloriosa en la historia de Rusia… las oraciones de nuestro amigo se elevan día y noche al cielo… Tu sol brilla… Duerme bien amor mío, salvador de Rusia.
Ante dichas palabras el emperador dormía contento, en su tienda de campaña, en las cercanías del frente, mientras su amada esposa y su buen amigo velaban por la paz interior. ¡Qué bonita historia! Lástima los ocho millones de soldados rusos que, como mínimo, murieron en la Primera Guerra Mundial. Ellos también estaban allí por la voluntad de Dios, ¿o estaban allí por otra cosa? Esos muertos afean un poco una historia muy bonita, de dos enamorados muy devotos que luchan y se sacrifican por el bien de su patria. Qué pena.
¿Y quién era ese «buen amigo», al que curiosamente obedecía la voluntad de la emperatriz, que curiosamente manejaba la voluntad del emperador? Sí, sí, todo muy curioso, pero es que la Rusia zarista era un imperio muy curioso, no solo por su reciente historia (como el hecho de no abolir la servidumbre de los campesinos hasta el año 1861, por poner un ejemplo muy conocido), sino por el hecho, incomprensible para nosotros, de que un supuesto monje analfabeto, borracho, fornicador incansable e indiscreto parlanchín pudiera controlar el destino de ciento treinta y tres millones de personas. Sí, un sujeto que seguro que conocen, aunque sea por su apodo: Rasputín. Un individuo bastante curioso, la verdad…
Rasputin c. 1914. Fotografía: State Museum of Political History of Russia / DP.
De Rasputin se pueden escribir libros enteros, pero yo simplemente voy a dar una lista. La lista de los desgraciados que intentaron enfrentarse a él. O que simplemente se limitaron a cumplir su deber y eso les hizo tener un pequeño tropiezo…
- Dos obispos de San Petersburgo, que fueron a hablar con la emperatriz para quejarse de Rasputin. Uno fue desterrado a Crinea, el otro mandado encerrar en un monasterio. Y total por una simple tontería. Rasputín, que intentaba tirarse a todo lo que llevara falda o sotana, había violado a una monja, una que no se tragó eso de «creerás que te estoy mancillando, pero te estoy purificando», un argumento que por lo general le resultaba convincente, todo hay que decirlo, porque el pecado y la santidad muchas veces van unidos.
- Un general, subsecretario del Ministerio de Interior, que simplemente cumplió con su deber de informar al zar de que Rasputín había sido encontrado borracho como una cuba, soltando indiscreciones sobre la familia real y montando jaleo. Cuando la emperatriz leyó ese «papel repugnante» (el informe del funcionario), su suerte estaba echada. Fue cesado de inmediato.
- El gran ministro Stolypin, el único que hizo algo por mejorar la situación de los campesinos, que eran la mayoría de la población del país. La emperatriz no pudo destituirlo porque un revolucionario se le adelantó y le pegó dos tiros. Pero se puso tan contenta que no tuvo ningún problema en reconocer delante de su horrorizado sucesor lo mucho que le agradaba su muerte.
- El gran duque Nicolás, familiar directo de Nicolás II y jefe del ejercito ruso, que tenía una animadversión poco disimulada por Rasputín. El gran duque admiraba al zar y cumplía lo mejor que podía con su obligación militar, pero era un «opuesto a un enviado de Dios» y la emperatriz no paró hasta lograr que su esposo lo destituyera, con lo que de paso se nombró a él mismo general en jefe y provocó una inesperada reacción de sus ministros y consejeros, generalmente muy dóciles, que amenazaron con dimitir en masa. ¿Cómo se resolvió el asunto? En cuanto el zar marchó al frente, la emperatriz se ocupó de ir sustituyendo a los ministros díscolos por amigos del «enviado de Dios». Y así podemos empezar con otra lista, la de los felices agraciados. Si Rasputín traía la desgracia para algunas familias también traía la suerte para otras. La lista es larga, por lo que me contentaré con dar un nombre a modo de ejemplo. Cuando recomendó a Boris Sturmer, antiguo maestro de ceremonias de la corte, como nuevo primer ministro, su único mérito, el que declaraba la emperatriz Alejandra en su carta a su esposo era el «tener gran estima a Gregorio» (nombre de pila de Rasputín), y añadía, para dejárselo bien claro a los futuros historiadores: «lo cual es muy importante».
Sí, eso era muy importante. Pero no solo lo sabemos ahora los que leemos las cartas y los documentos de la época, sino que ya lo sabían sus contemporáneos. Y algunos, los que no eran rusos, los que no eran la camarilla de Rasputín, ni eran el pueblo llano o incluso los nobles, que no podían decir lo que pensaban en voz alta, algunos que vivieron esos momentos y pudieron hablar también lo dejaron muy claro.
Sturmer, el hombre que según la emperatriz «convenía para estos momentos» (por cierto, unos momentos nada extraordinarios: solo una guerra mundial y una revolución a las puertas del palacio, nada del otro mundo) era un hombre «de poca inteligencia, espíritu ruin, rastrero, honestidad dudosa, inepto y sin la menor idea de los asuntos de Estado». Y estas palabras no las dejó escritas uno de los muchos enemigos de Rasputín, ni un enemigo de la madre patria, sino el embajador francés, que, no hay que olvidar, representaba al principal aliado de Rusia en esa guerra en la que tan alegremente todos, y ahí hay más culpables que el zar, se habían metido. Pero Sturmer no era el único de los amigos del «enviado de Dios» que tuvieron en sus manos el destino de Rusia, del futuro emperador, el enfermo zarévich, de las vidas de millones de personas y de las vidas de la propia emperatriz, del emperador y del resto de la familia real. El primer ministro fue uno más de los precipitados nombramientos de última hora, de esos movimientos con los que la emperatriz creía que estaba salvando a su patria y a su familia, y ante todo salvando la idea que tenía de lo que debía ser un soberano. Pero en realidad no estaba sino bajando un escalón, otro más y ya de los últimos, del sótano de la casa del bosque donde iban a ser asesinados pocos años después. Y esto casi sería lo de menos, porque a la tragedia de la familia se sumó la tragedia entera de un país que después de una terriblemente sangrienta guerra mundial iba a vivir una revolución y una guerra civil igual de sangrienta. Y aunque ya sea muy conocido merece la pena recordar las palabras de Virginia Crowles, cuyo libro terrible y diáfano recomiendo:
Con hombres así controlando los principales ministerios, los alimentos, combustibles y municiones empezaron a escasear.
Y eso que:
Ningún país fue jamás a la guerra tan pobremente equipado, tan mal dirigido, tan tontamente optimista como Rusia.
Cuando por fin Nicolás II comprendió que marcharse al frente y dejar hacer y deshacer a su esposa había sido un error, la emperatriz, tozuda como una mula, le replicó: «No destituyas a nadie hasta que nos veamos, no te precipites, sé fuerte, aplasta a tus enemigos, perdona que vuelva a escribirte, estoy luchando por tu reino y por el niño».
Alejandra creía realmente que solo Rasputín podía mantener con vida a su hijo enfermo. Las quejas de su marido diciendo que la gente empezaba a morirse de hambre, algo inaudito en un emperador que nunca se había preocupado por su pueblo y que se había salvado de la revolución de 1905 por los pelos (sin llegar nunca a comprender la suerte que había tenido: al contrario, le agradeció el favor al conde Witte enviándole una carta de destitución), le entraban por un oído y le salían por el otro. Y mira por donde al final al pequeño heredero no lo mató su hemofilia, lo mató una bala. Por entonces Rasputín ya llevaba muerto algunos años. ¿De haber estado vivo, hubiera podido realizar otro de sus milagros?
¿Qué pensó la emperatriz cuando se vio delante de los fusiles, qué todo era la voluntad de Dios? No lo sé. Pero lo que sí sé es que esa voluntad de Dios ya la había previsto Lenin algunos años antes:
Una guerra entre Austria y Rusia habría sido muy conveniente para los revolucionarios, pero no es posible que Francisco José y Nicolasha nos hagan ese favor.
Lenin le hablaba a Gorky en el momento que se producía la crisis de los Balcanes de 1913, que al final fue una oportunidad perdida para la revolución. Pero poco después el emperador de Austria y el zar de Rusia sí le hicieron ese favor, con la colaboración desinteresada de alemanes, franceses y serbios, además de otros muchos invitados secundarios. Y así, unos tras otros, cabrones, necios, ignorantes o ingenuos, todos han ido bailando el baile de la historia…
La vieja danza de la muerte.
Rasputin junto a algunas admiradoras en 1914. Fotografía: Karl Bulla / DP.
While the World WatchedAt the same time Argentina hosted the 1978 World Cup, the nation's dictators were waging their "Dirty War" of repression, kidnappings and torture. As the tournament again draws near, ghastly memories are flooding back.
A Japanese artist, who uses the name Satsuma professionally, works with the aid of a wise assistant. One of his pets, a Northern White Faced Owl, perches on his hand as he draws on his tablet. There's nothing like wide-eyed appreciation of one's craft!
Northern White Faced Owls have an interesting characteristic: they change their posture as a defense mechanism when confronted by other animals in the wild. If their enounter is with a smaller animal, the owls puff their feathers in order to appear larger. When they come upon a larger animal, they pull in their feathers, elongate their body to appear thinner and narrow their eyes to slits.
Realizará un acto na praza do Toural, en Compostela, ás oito da tarde deste xoves, que se converterá nunha "manifestación retranqueira" pola zona vella da cidade.
Philadelphia Zoo's female Black-footed Cat Aza gave birth to a litter of kittens on April 8, 2014: the first Black-footed Cats ever to be born at the Philadelphia Zoo! Their names are Drogon, Rhaegal, and Viserion. Drogon and Viserion are male and Rhaegal is female.
Before making their debut, the kittens underwent a routine wellness check to make sure they’re healthy. In addition to weighing and sexing them, veterinarians completed full physical examinations of each kitten. They also gave the kittens dye marks so the keepers can tell them apart from a distance. Philly Zoo also baby-proofed the kittens' exhibit ahead of the big debut. They lowered the water level in the exhibit and added climbing structures so they could enter and exit their pool with ease, and before entering their exhibit, they practiced with different amounts of water in their indoor bedroom. They also added another feeding dish so Aza could eat separately from her kittens, and they placed the kennel they had been sleeping in inside the exhibit so they would have some familiar scents. A keeper is present to monitor them throughout the day to make sure they're maneuvering through their habitat well, but as you can see in these photos, they are feeling quite at home already.
Just last week, the kittens received another checkup, which included vaccinations, reapplication of dye marks and weighing. Their weights now range from 631 to 757 grams (from a little more than 22 oz. to a little less than 27). All three babies are in great health.
These small but mighty cats are terrestrial and crepuscular (active at dusk and dawn). They are not great climbers, but are skilled diggers when looking for insects or creating birthing dens. They have been observed to have several hunting styles that include: fast hunting (running through and over vegetation, flushing out prey), slow hunting (slow, stalking movements- which indicates they are low to the ground in an almost serpentine motion), and finally "sit and wait" hunting (motionless vigilance at a rodent burrow waiting for an animal to come out of their den). All of these methods have proven successful for this cat. On the 2011 IUCN Red List of Threatened Species, the Black-footed Cat is listed as Vulnerable.
Ser capaz de resolver un problema matemático no es indicativo de una mayor inteligencia, ni siquiera unas mayores competencias en matemáticas. En cierta manera, me hace recordar a ese divertido concurso auspiciado por los Monty Python llamado “Resuma usted a Proust”, un certamen público en el que los participantes debían resumir los siete volúmenes de la obra de Proust en quince segundos como máximo. Escuchar tales síntesis no es como leer En busca del tiempo perdido, por muy bien que se haga.
Con todo, a veces sirve para cribar determinadas mentes, acaso las que muestran un pensamiento lateral particularmente brillante. Y es que para resolver el siguiente acertijo matemático que se usa en el examen de admisión de un colegio de Primaria en Hong Kong hace falta más pensamiento lateral (que permite la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo) que habilidad matemática. Los niños tenían sólo 20 segundos para resolver el enigma, que era la pregunta 21 de su examen: ¿en qué plaza de parking está aparcado el coche de la ilustración? (no sigáis leyendo si no queréis encontraros con la solución todavía)
Quizá mucho de vosotros ya tengás la solución, pero calculad que si realmente habéis tardado menos de 20 segundos. Para quienes aún no han conseguido resolver el acertijo, probad a mirar el dibujo del revés. Es una simple secuencia ordenada de números de aparcamiento. Ningún abstruso misterio matemático.
Rik Mayall was my age. Well, a year older, but close enough.
Like most American comedy geeks, I first saw Mayall when MTV aired The Young Ones in the mid-80s. Loud, brash, violent, absurd, The Young Ones was unlike any other Britcom shown in the States. It became an instant hit, inspiring MTV to also air The Comic Strip Presents, short films featuring Mayall's generation: Jennifer Saunders, Dawn French, Nigel Planer, Peter Richardson, and Mayall's longtime partner, Adrian Edmondson.
They were the children of Python; of Fawlty Towers, Ripping Yarns, and Rutland Weekend Television. They were the next wave, stripped down, frenetic, untidy. They remade and, for a time, defined English comedy. They set the stage for those who followed — Sacha Baron Cohen, Ricky Gervais, Stephen Merchant, Eddie Izzard, and Russell Brand.
The success of The Young Ones naturally led Mayall to seek greater American exposure. When I met him in July 1990, Mayall was working on two films: Drop Dead Fred and Little Noises. Mirabella magazine assigned me to interview Mayall on the set of the latter project.
I arrived at the Hoboken location just after Mayall had finished a take. He quickly greeted me, flashing his trademark mad smile.
"I've got to do it again. Do you mind? It shouldn't be long."
Of course I didn't mind. It was a treat watching him work up close. Mayall nailed the take. The set broke for dinner, and we walked to a corner pub to talk.
I ordered a Heineken. Mayall ordered a Bud, which surprised me.
"Why would you drink that?" I genuinely asked.
"Because to me, it's imported beer. Do you know how much Budweiser costs in London?"
As we settled in, Mayall became low-key and expansive. He spoke at length about his career, his style of humor (subverting racist, sexist, homophobic attitudes a key part of it), and how he was perceived by the tabloid press.
We discussed politics, what it was like to live under Margaret Thatcher, the target of so many Young Ones rants. Mayall wasn't as animated as his on-screen persona, but shared a similar disdain.
He was fascinated with American comics Steven Wright and Emo Phillips. "I could take just one of their jokes and turn it into a show," he said. "All that imagery so tightly packed. It's amazing."
Mayall talked briefly about Little Noises, but he thought Drop Dead Fred would be his breakthrough role. Still, he confessed being a bit in awe of the American comedy market. "It's so big compared to where I'm from."
After a couple of beers, Mayall invited me to eat with him on set. There we were joined by his co-star Crispin Glover, who had macrobiotic food delivered from Manhattan.
Glover was soft spoken, intense, and extremely polite. He and Mayall seemed an odd pairing, but it was clear that they forged a decent chemistry.
We ended up debating the films of Stanley Kubrick. Glover tried to convince me that Barry Lyndon was Kubrick's masterpiece, but I held out for Dr. Strangelove, which Mayall also championed.
"Barry Lyndon is a beautiful movie," I conceded, "but I can't get past Ryan O'Neal as the lead."
Mayall and Glover immediately shushed me. They looked around for O'Neal's daughter Tatum, who also appeared in their film.
"No need to go down that road," said Mayall, smiling. Glover nodded in agreement.
Mayall walked me off the set, shook my hand, and winked. "Now go make me famous."
I did my best. Mirabella loved the profile and was ready to run it when Drop Dead Fred premiered. The reviews were tepid, in some cases bad. My editor phoned to say that she was dropping the piece.
I sent a note of apology to Mayall, telling him I remained a fan despite the reviews. I never heard back from him. He seemed to do fine without me.
The last time I was excited about seeing a photo of a boner was in fourth-grade health class via a projector transparency from the 70s. Ever since that initial shock of just seeing a real wiener, images of dicks have just come off more goofy than sexy. Unfortunately, in the age of smart phones, women like me all across globe are plagued with shitty dick pics. We're sent unimpressive and often unsolicited schlong shots from horny dudes who think they are really doing something special by snapchatting a selfie of their one-eyed snake. Little do they know, their penis pics often become the butt of jokes between girl friends.
What dick pics need today is a little more creativity and fun—not trick photography to make their peckers look like giant phalluses from Monster Island terrorizing a metropolis. In order to combat the world's sad barrage of boring penis pics, Los Angeles natives Lauren Brenner and Stephanie Pool have developed a photo customization app called Rock That Cock. The app allows dudes to modify their cock photos with stickers and backgrounds. Lauren, a yoga instructor and comedian, and Stephanie, a creative strategist, have spent the past year creating the app. Soon men will be able to share an image of their Johnson being abducted by a UFO while wearing a Lil Jon face. As if that wasn’t enough, the duo will also be donating a percentage of the profits from Rock That Cock to prostate cancer.
In anticipation of the launch, Stephanie and Lauren have created a new Rock that Cock tumblr, where photos are posted of the customization options that will be available through the app. In order to find out more about how they plan to change the world’s standards for dick pics, I called up Lauren and Stephanie.
Classy Lauren Brenner and Stephanie Pool
VICE: Why did you want to start Rock that Cock?
Lauren Brenner: It seems like all of my girlfriends are inundated with dick pics. Technology is moving forward, and dick pics aren’t going away. In my ideal reality, they are just going to get amazing. I promise that dick pics now are just getting laughed at and shown to like 45 people. Why not be in on the joke and make it hilarious? It could be fun. It is all about spreading joy in the most ridiculous way. We are really close to a time where bros can send hilarious pictures of their dicks to one another. If you can send me a picture that makes me think you’re smart and funny and also slip in your big penis, that’s awesome.
Stephanie Pool: No one ever asks for dick pics. We are assaulted with them. We get a text message, and inside is a dick we didn’t ask for. If you are going to send me a dick pic, you might as well make me laugh.
What’s your experience with dick pics? Lauren: Many times you get unsolicited dick pics. I will be looking at my phone, and there’s a dick. I have seen really embarrassingly artsy dick pics where a tank top will be pulled to the side and one of his nipples is showing too. I want to help these guys out and give them tools to make their dick pics better.
Have you had a positive response from men who want to use the app? Lauren: They love it. Everyone I have talked to about it wants it.
How exactly do you modify the pics? Lauren: You can put your dick in a jersey. It can wear an engagement ring that you uploaded. You can put a sombrero on your dick if you’re on the beach in Mexico. You can use a stock penis, which is a papier-mâché penis, so it’s not too obscene. Or you can use a picture of your own penis and upload it to your own backdrop or a stock backdrop. People can take dick pics they have received, make them hilarious, and send them to their friends.
Stephanie: We have a bevy of options, which include pre-designed backgrounds like your cock in Tahiti or your cock in a hammock. We also have stickers, like a wig or hat. Then we have the ability to upload whatever you want. For example, if you took a picture with your new Maserati and you want to replace your body with your dick—you can do that. Then you have the ability to publish it, so you can put it in your pictures folder or in a text message. Also, there is the anonymous ability to share to a public forum if you are proud of what you’ve done.
When I first watched the video, I didn’t think it was real. Have you had that response? Lauren: Definitely. At first we were joking because we had witnessed an interaction with two girls. One girl was like, “This guy just sent me a dick pic to apologize,” and the other girl was like, “I get so many dick pics.” I was like, so many dick pics? How do you tell them a part? At first we were just going to make a parody video, but everyone wanted us to really do it.
So, a lot of the things that you see in the video are actually going to be available in the app? Lauren: Totally. Some things that we don’t have in the video are little stickers. Those are pretty basic. Can you imagine, like, a four-leaf clover on your penis? It could be really dumb or really amazing. It is up to the guy to showcase his personality. You can give the man the tools, but you can’t make him use it correctly.
When are you hoping to launch the app? Lauren: We are hoping to launch it this summer. Maybe on the Fourth of July; it is very American. Everything is in place. We are just getting ready to pull the trigger—or blow our load, if you will. The way we are going it is that the app will be free, but there will be little upgrades. Two bucks if you want to make your penis an ATM and shoot hundred-dollar bills out of it, because that is awesome.
Nothing destroys the mystique of seeing a bad-ass intergalactic bounty hunter unmasked and looking like the guy who taught you geometry in the 10th grade.
This still photo from the making of the “Return of the Jedi Special Edition” shows model engineer, Episode I R2-D2 operator, and Lucasfilm archivist Don Bies pretty much setting fire to any semblance of a fourth wall. Here he replaces actor Jeremy Bulloch for the Special Edition that was re-released in 1997.
It definitely looks like it doesn’t take much to toss this guy down a Sarlacc pit.
Steve Buscemi went on “Late Night With Seth Meyers” to promote his new park bench talk show, “Park Bench With Steve Buscemi.” During the segment, Meyers brought up the Buscemeyes meme—where Buscemi’s eyes are Photoshopped on to various people and things, in order to make them look terrifying.
Meyers was specifically referring to the “Disney Princesses with Steve Buscemi Eyes” variant of the meme. Buscemi, while a good sport, didn’t seem too keen on the images. I guess it’s hard to blame him, seeing as how the joke hinges on how tired and weird his eyes look.
Economic and technological circumstances put this generation in a situation where they are, according to Taylor, “doing less well” than any generation before them–no matter “any way you measure it.”
“The fact that they’re doing less well,” he continued, “believe they don’t have the economic foundation to get married,” but will mature as time goes on. Though Taylor purports that the accusations of Millennial narcissism is a “bum rap,” he also recognizes that their carnivorous addiction to being Always On and accessing “the sum of all human knowledge,” time will tell how their behavior will unfold.
“As Millennials age more into middle age,” Taylor wonders, “will they establish more of an offline network?”
I know some guys may feel weird about being vocal, heavy breathing/moaning/groaning/saying how incredible something feels, but there is nothing that makes me feel more like a goddess than when I can hear his pleasure like that. Makes me feel like I’m doing everything right, and it makes me feel like I never want to stop driving him crazy.
Sometimes he really lets go. He’ll rest his head against my neck and hold me as close as he can. The sounds and passion make me feel like the most desirable woman alive.
Being aggressive. Dominating me like he can’t wait to fuck my brains out. Push me against the wall and just manhandle me. Throw me onto the bed and tear off my clothes. And talk dirty to me while you’re doing it.
He says things like, “Yes, baby, fuck me with that gorgeous pussy,” when I am riding him. I’d never been one for being on top before (I didn’t think I was very good at it, so I was always kind of reluctant), but when he says things like that it honestly makes me want to be on top all the time.
He also squeezes me so tightly and calls my name when he reaches climax; it turns me on, it’s so intense – and I’ve never experienced that level of, well, enthusiasm before. He often can barely move when he’s done, and has to lie on top of me for a while panting, usually still inside me. He confessed that nobody has ever made him cum as hard as I do, and that when he cums with me he feels like his head is going to explode (another thing that makes me feel like an absolute goddess – helloooo ego trip). Damn he makes me feel good about myself in bed..
The guy with whom I had the best sex I’ve had thus far would hold me in his arms and run his nose up my stomach to my neck, kiss all the way down my arms, and compliment me on my body. Every so often, he would look at me for a second and then just kiss me, like he couldn’t help it. When we actually had sex, he always made me feel like he wanted me so badly he couldn’t help it. It was one of the sexiest, most flattering things anyone has ever done to me.
My boyfriend has always been good in bed, but last week he told me to lay on my tummy, and then licked my ass for the first time ever. It was fucking HOT and felt amazing. The best part was the adoration in his voice when he’d pull away to tell me how hot it was and how beautiful my ass was before diving back in. A man who thinks your butthole is a thing to be worshipped is a keeper who gets a lot of blowjobs.
Keep on worshiping and telling me how my ass is fucking amazing. It will never get old. No matter how you keep on telling me this I will ALWAYS enjoy hearing it.
When he is fucking me without just doing the ol’ “in-out-in-out.”
It’s kind of a vertically rotational movement. When he enters, it is angled kind of like he’s trying to touch my belly with the end of his dick, then when he’s all the way in, he holds it for a second or two, and I can grind against him before letting go and sliding back out. Leads to more of a slow humping motion than “bouncing.”
When I look away, or close my eyes, and I’m in my own world, then I look up at him and his eyes are glued to me, watching my face and body go crazy while he fucks me. He is 100% there with me, interested in what I’m doing, loving my body, makes me feel great.
The passion in his face when he pushes me up against a wall and kisses me to get things started always makes me weak in the knees.
Sometimes when he has his orgasm he bites down on my arm or neck, depending on our position and kind of wimpers. Mother of God that just about gets me off all on its own.
He kisses me, I’m not much for mouth kissing when we’re having sex but he kisses me all over, as if to remind me how much he wants me.
I ALWAYS get off. No matter what he has to do, if it’s foreplay, or something special during, or even if he stops in the middle to make sure.. he always makes sure he gets the job done.
He gets a little forceful sometimes. Not overly dominating, but he takes what he wants and that is sooooo sexy.
I get scratched. Almost as much as I scratch.
Afterwards, he’ll be out of breath and mutter things like “Holy fuck” or “…wow…”
He caresses me after. And kisses me, and tells me how beautiful I am. Now if you’ll all excuse me I have a phone call to make.
My ex was inexperienced. But he always listened, he was always willing to try new things. He always did as I said. Absolutely made me feel like a Goddess.
I love anything with boobs. Twist my nipples gently suck on them. Rub them.
What I love even more than that is doggy style. Slap my ass when we are close to climax. Anal has its moments with me. It can feel better than the pussy most of the time.
I’ve got to say, the best is when he tells you how much he enjoys pleasing you. For example, when he tells me how he loves going down on me, it makes me feel like I can do anything, and then it generally leads into more elation for the both of us.
Compiled by former Combustible Edison keyboardist/composer Brother Cleve, this set of 13 dancefloor slammers by Cultures of Soul Records is the real thing. The music comes from Bollywood soundtracks, from movies made in the aftermath of Saturday Night Fever’s success. The time period chronicled here is between 1979 and 1985. From the soundtrack of Surakhsha: Gunmaster G9 is Bappi Lahiri’s “Mausam Hai Gaane Ka,” the first certifiable Mumbai disco hit. With its four-on-the-floor beat (played not only by a drum kit, but hand percussion), lead vocal reverb effects (some even resembling a vocorder), female chorus, swirling strings, bombastic horns, and a melody that borrows from Morricone’s spaghetti…
…Westerns in the refrain, one needs to hear it to believe it. As might be expected on an album of Bollywood soundtrack jams, powerhouse singer Asha Bhosle is heavily featured here, on five cuts to be exact. While the space disco groove that is “Udi Baba” is her finest moment on the set, her duet with Lahiri on “Bugi Bugi” is also a clear standout. He appears on another album highlight, the manic “Karate,” with Amit Kumar, orchestrated by roiling tablas, an enormous female backing chorus, enough layered strings to put Barry White to shame, an out-of-tune horn section, and a burning bassline. “Disco ’82,” with its cheesy synth lines and trancelike bassline, is sung by Bhosle’s sister Lata Mangeshkar with Kumar and a chorus; a poignant sitar underscores the handclaps and keyboard vamps. Weirdly enough, despite its title, it’s a devotional tune, as is opener “Hai Om Hari” — a mantra set to a frantic disco arrangement. While the sound quality does vary, all of these selections were remastered from the EMI source tapes. The single weirdest tune here is “Dil Dil Dil, Kabhi Dil De Bhi To Do,” which weaves Blue Beat ska, disco, funk, syncopated jive handclaps, and even new wave into a deliriously happy anthem delivered by Bhosle. In addition to the music, Cleve wrote a killer liner essay, which includes interview quotes from Lahiri. The full-color booklet reproduces album art and includes excellent track-by-track annotation and notes. — AMG
Ha muerto Rik Mayall. Él fue una de las cuatro columnas vertebrales de la primera mejor serie de la historia serial de muchos de nosotros. La serie “Els Joves” (The Young Ones/ Os Novos/ Los Jóvenes) fue una revolución para muchos jóvenes pre-adolescentes y Rik uno de sus héroes. Allá por el pleistoceno, en la lejana España de los dos canales, la televisión era verdaderamente una caja tonta, no tanto por su contenido sino por su escasa oferta. Algo lo cambió todo, los que vivíamos en provincias tuvimos una especie de regalo divino: aparecieron los canales autonómicos. Recuerdo con lágrimas en los ojos el momento en el que apareció en mi vida TV3, la cadena autonómica catalana. Suena estúpido y antiguo pero así fue. Yo era un quinqui pre-adolescente y recuerdo la llegada del canal como una especie de pérdida de la virginidad visual, un sopapo catódico de los que no te recuperas, una introducción mesiánica a otro universo alejado de la gris España. Aquel canal, que parecía importado de un mundo mejor, nos trajo de golpe y porrazo series alucinógenas como Bola de Dragón o L´Escurçó Negre (La Víbora Negra), viajes visuales a mundos llenos de humor surrealista e historias peliculeras de corta duración, un mundo nuevo. Dentro de toda esta nueva oferta televisiva orgásmica hubo una serie que nos destrozó la cabeza a todos, se llamaba “Els Joves” y era un despropósito descomunal.
Una chaladura de serie que marcó de una manera extrañísima una juventud hasta ese momento despoblada de un imaginario pop claro. Un hippy, un punk, un anarquista y una hombre de negocios de mentira convivían bajo un mismo techo en una casa donde los animales hablaban, se decapitaba a sus habitantes con frecuencia, tocaban grupos rarunos en el sótano, se daban mamporros a tutiplén, se hacían chistes distintos y todo estaba impregnado por un extraño sentido del humor con el que muchos simpatizamos de inmediato. Recuerden ustedes que por entonces no existían ni los DVD´s, ni Netflix, ni Pirate Bay ni nada parecido. Eramos pobres mentales, faltos de referencias. De repente apareció aquello y obviamente sacudió a una generación entera. Nos voló el coco. Pasó el tiempo y “Els Joves” de alguna manera ha seguido estando muy presente. Siempre vuelve. En conversaciones, en forma de referencias…. es una especie de referente visual y vital que nunca se borra, imperecedero. Hoy me gustaría rendir homenaje a Rik Mayall, el mamón anarquista, parte fundamental del maravilloso e inigualable frenopático que fue The Young Ones. He aquí los 10 argumentos por los que creo que Rik y Els Joves fueron el mejor regalo para una generación de palurdos adolescentes.
10. La Música.
Ahora pillamos las excelsas referencias musicales que aparecen en la serie pero en su momento nadie teníamos ni pajolera idea de que por esa casa de locos pasaron los mismísimos Dexy´s Midnight Runners, Motorhead o Madness. No teníamos ni zorra pero intuíamos que eso molaba mucho. Que tener a un grupo de freaks tocando en tu sótano o que ir a shows con público con el pelo azul se antojaba como un planazo. Os dejo un playlist de YouTube con algunas de las actuaciones que nos infectaron:
09. Rik y Vivyan el punk, como referentes culturales de primer orden.
Rik y Vivian continuaron su salvaje trayectoria serial y re-dibujaron el concepto de stand-up comedy y serie tal y como lo conocemos hoy día. Echen un ojo a su basto CV e indaguen que hay joyas inhumanas, especialmente la serie “La Pareja Basura”.
08. El doblaje de Els Joves Si hablan catalán lo entenderán. De repente vino una serie guiri perfectamente doblada a nuestras vidas. Nos hizo apreciar y amar en toda su redondez el frikismo hecho serie. Aquí la prueba, en uno de mis episodios favoritos.
07. No sólo unos elegidos. El mundo mundial se rinde ante esta gran serie. Para que veáis que no sólo yo me rindo ante esta obra maestra sino también gente mucho más seria y preparada. Ellos también reconocen el legado cultural de tan impactante monumento.
Growing up there was no one funnier ! We will really miss you Rik Mayall you genius x pic.twitter.com/tm0wcPcwcU — noel fielding (@noelfielding11) junio 9, 2014
Devastating news about Rik Mayall. A true national treasure who brought so much wild and wonderful joy to the world. Rest in paradise Rik. x — Theo Hutchcraft (@theohurts) junio 9, 2014
Rik Mayall, RIP-Edwyn, — Edwyn Collins (@EdwynCollins) junio 9, 2014
Oh really truly sad re Rik Mayall. First time I ever saw him was live, doing Kevin Turvey. Laughed myself SICK. What a sad loss. — Tracey Thorn (@tracey_thorn) junio 9, 2014
06. El Episodio 6 Quizás el episodio más torcido y mi favorito. Esta imagen de un revuelta callejera animada por los Madness es una obra maestra.
05. La secta Young Ones.
Cuando era más joven y por culpa de Els Joves sostenía la teoría de que la humanidad se dividía entre gente que tiene sentido del humor y gente que carece de él. Hoy la mantengo. Hay algo casi sectario en esta serie, algo metafísico que te conecta inmediatamente con gente que también es fan. La razón es el amor compartido por The Young Ones, es la marca de la serie. Llámenme chalado pero creo que hay algo de cierto en todo esto.
04. La estética de Rik como manual de supervivencia. Rik era el mejor vestido de todos. A medio camino entre el John Lydon de los P.I.L, un miembro de Gang Of Four y un personaje de Yo Gabba Gabba, este genio nos cautivó y marcó tendencia, un gesto muy moderno. Sus peinados asimétricos tazón se anticiparon a la revista I.D, a Gerard de El Último Vecino y a los peluqueros más modernos del universo. Su americana plagada de chapas con mensaje fue copiada una y mil veces. Siempre llevaba los mejores zapatos y todo, hasta cuando se ponía el mono naranja, le quedaba bien.
03. Era todo su culpa Rik, escribió junto a su mujer y el escritor Ben Elton la serie “The Young Ones”. Todo su surrealismo, para mi a la altura del obras cumbre españolas como “Amanece que no es poco” o “El Desencanto”, fue producto de su extraordinaria imaginación. Ben Elton escribió después clásicos literarios como Popcorn, Gridlock o Alta Sociedad, todos best-seller incluso en España.
02. Nos contagió el amor serial. Entendimos que una serie puede ser mejor que una película. A veces, mucho mejor.
01.Este fue su primer y último tweet Pues eso, un genio.
Un artista pintou os nichos de Bonaval ao máis puro estilo Ikea. A noria da Ascensión aínda non a retiraron e a torre norte do Obradoiro continúa en obras de restauración. Iso e xunto con que volveu o sol, define a situación estética da cidade. A política dá pena, cambiamos por 3ª vez de alcalde e estamos entre un rei e outro (o mundo vai mal de carallo). Aínda así, apertas ao mundo!
Nos dias de hoje, “acho que” é a expressom mais comum (e emblemática) para emitir opiniom dos países de língua portuguesa, ao lado de outras como “penso que”, “creio que”, “parece-me que”… Estas últimas sobrevivêrom com facilidade entre nós porque coincidem com o castelhano, mas outras como “cuido que” ou “acho que” fôrom perdendo terreno nas nossas falas. Na Gentalha queremos valorizar esta última, porque é sentida como a mais tradicional por muitas pessoas dos concelhos rurais da nossa comarca. Nalgum ponto, como Santa Comba, ainda é usada pola gente mais nova.
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Ser capaz de resolver un problema matemático no es indicativo de una mayor inteligencia, ni siquiera unas mayores competencias en matemáticas. En cierta manera, me hace recordar a ese divertido concurso auspiciado por los Monty Python llamado “Resuma usted a Proust”, un certamen público en el que los participantes debían resumir los siete volúmenes de la obra de Proust en quince segundos como máximo. Escuchar tales síntesis no es como leer En busca del tiempo perdido, por muy bien que se haga. 
Rik Mayall was my age. Well, a year older, but close enough. 
Compiled by former Combustible Edison keyboardist/composer Brother Cleve, this set of 13 dancefloor slammers by Cultures of Soul Records is the real thing. The music comes from Bollywood soundtracks, from movies made in the aftermath of Saturday Night Fever’s success. The time period chronicled here is between 1979 and 1985. From the soundtrack of Surakhsha: Gunmaster G9 is Bappi Lahiri’s “Mausam Hai Gaane Ka,” the first certifiable Mumbai disco hit. With its four-on-the-floor beat (played not only by a drum kit, but hand percussion), lead vocal reverb effects (some even resembling a vocorder), female chorus, swirling strings, bombastic horns, and a melody that borrows from Morricone’s spaghetti…
Una chaladura de serie que marcó de una manera extrañísima una juventud hasta ese momento despoblada de un imaginario pop claro. Un hippy, un punk, un anarquista y una hombre de negocios de mentira convivían bajo un mismo techo en una casa donde los animales hablaban, se decapitaba a sus habitantes con frecuencia, tocaban grupos rarunos en el sótano, se daban mamporros a tutiplén, se hacían chistes distintos y todo estaba impregnado por un extraño sentido del humor con el que muchos simpatizamos de inmediato. Recuerden ustedes que por entonces no existían ni los DVD´s, ni Netflix, ni Pirate Bay ni nada parecido. Eramos pobres mentales, faltos de referencias. De repente apareció aquello y obviamente sacudió a una generación entera. Nos voló el coco. Pasó el tiempo y “Els Joves” de alguna manera ha seguido estando muy presente. Siempre vuelve. En conversaciones, en forma de referencias…. es una especie de referente visual y vital que nunca se borra, imperecedero. Hoy me gustaría rendir homenaje a Rik Mayall, el mamón anarquista, parte fundamental del maravilloso e inigualable frenopático que fue The Young Ones. He aquí los 10 argumentos por los que creo que Rik y Els Joves fueron el mejor regalo para una generación de palurdos adolescentes.
