La ABDU (Association française des directeurs et personnels de direction des bibliothèques universitaires et de la documentation) acaba de publicar la tercera edición del Estudio sobre los indicadores de bibliotecas universitarias europeas.
Este estudio, con datos recogidos entre 2013 y 2022, muestra la posición de las bibliotecas universitarias francesas frente a las de otros países europeos, entre ellos España.
Cabe señalar que nuestro país es uno de los cuatro países europeos con mayor número de estudiantes universitarios, junto a Francia, Alemania y Reino Unido.
En este informe aparece información interesante sobre la evolución de las bibliotecas universitarias. Desafortunadamente, nuestro país no está en todos los datos analizados. De todas formas, queremos destacar lo siguiente:
La evolución de las visitas a las BU ofrece dos datos contradictorios: una tendencia al teletrabajo o clases online que implica menos asistencia a las bibliotecas, y, cuando los universitarios están en el campus, una mayor presencia en las BU, ya que son lugar de vida y socialización.
El número de entradas físicas a la biblioteca en España no sube de 23 por estudiante y año, aunque se nota una ligera mejoría después de la pandemia.
Los préstamos de materiales impresos han descendido globalmente más del 50% en diez años, si bien desde 2022 las cifras se han estabilizado.
El uso de los recursos electrónicos ha crecido más de un 89% en diez años, pero se ha notado un descenso en 2020, un pico en 2021 y en 2022 se ha vuelto a cifras de 2019. España es uno de los países analizados que más porcentaje de presupuesto destina a libros electrónicos (más del 80%).
Se observa una tendencia a liberar espacio de colecciones físicas para destinarlo a los usuarios. También se aprecia la construcción de depósitos bibliográficos compartidos, incluso a escala nacional. Así mismo, se apuesta por incrementar el uso del préstamo interbibliotecario.
España también destaca por ser uno de los países con más superficie de BU en m² por número de estudiantes.
El número de puestos de consulta ha aumentado y también el número de salas de trabajo en grupo. Se aprecia un descenso del 9% en el número de puestos informáticos, seguramente porque los usuarios llevan sus propios ordenadores portátiles.
España está en la media en cuanto a días de apertura anuales (aproximadamente 270 días/año), superada solo por Finlandia, Bélgica, Alemania, Suecia y Suiza. En cuanto a número de horas semanales, España está en el listón superior, con 84 horas de apertura, solo superados por Dinamarca, Suiza y Países Bajos.
La formación es el talón de Aquiles de nuestro país: somos los segundos que tenemos el menor número de estudiantes que participan en nuestras formaciones, menos del 20%, después de Austria, frente a Dinamarca, donde el 90% de los estudiantes acuden a las formaciones que se imparten en la biblioteca. Tampoco destacamos en el número de horas impartidas. En la formación del personal bibliotecario, España está recuperando las cifras previas a la pandemia, y está en la media de otros países.
España es de los países que tienen menos personal bibliotecario por estudiante: no llega a cuatro, frente a los más de ocho de Suiza. Sin embargo, en cifras absolutas, sí somos de los países que más personal tienen: 6.000, cuando la mayoría no pasan de 2.500.
El cuadro general de gastos de personal por número de estudiantes muestra que España es el país con la cifra más baja (de 15 países analizados): alrededor de 150€ frente a los 1.000€ de Suiza.
Los gastos bibliográficos por estudiante e investigador se mantienen estancados en la mayoría de países, estando España en tercer lugar por la cola. Destaca Suiza sobre todos los demás, con el doble de gasto. En cuanto a los gastos bibliográficos en términos absolutos, España se encuentra en la franja inferior con la mayoría de países, a excepción de Alemania y Reino Unido, que triplican y cuatriplican al resto, respectivamente.
La colección electrónica en España, por número de estudiantes y PDI, lleva un aumento constante desde 2013, a diferencia de otros países donde hay más altibajos, colocándose nuestras BU en la parte alta de la escala, solo superado por Dinamarca, Finlandia y Suecia. Sin embargo, en términos absolutos, España está en el grupo inferior, con algo más de 100 M€, destacando Alemania y Reino Unido con más de 300 M€ y 400 M€, respectivamente.
Los gastos en recursos electrónicos han aumentado en cifras absolutas, pero no así en proporción al número de estudiantes y PDI.
Las publicaciones periódicas representan el 62% de los gastos en recursos electrónicos, frente al 10% de las monografías. Sin embargo, el aumento del gasto en recursos electrónicos no significa siempre que la oferta sea mayor, sino que las tarifas han aumentado para el mismo número de publicaciones. En este indicador también puede influir el desarrollo de las colecciones en acceso abierto.
En cuanto a los gastos bibliográficos globales por número de estudiantes y PDI, España se queda en tercera posición por la cola, delante de Grecia y Francia, con 60€ aproximadamente de gasto, frente a los 450€ de Suiza, país a la cabeza.
La tabla de presupuestos globales de las BU no contempla a España.
El estudio finaliza sugiriendo la ampliación en futuras ediciones del número de países participantes, así como la recogida de otros datos que serían de interés:
- número de préstamos
- número de PDI
- número de usos de los recursos electrónicos
- categorías profesionales del personal bibliotecario
- duración de las visitas a la biblioteca
- uso de los recursos de acceso abierto
- gastos en APCs
- desempeño de los empleos en las bibliotecas
Fuente: https://adbu.fr/actualites/troisieme-edition-de-letude-sur-les-indicateurs-des-bibliotheques-universitaires-europeennes