El secreto sigue a salvo

Comentaba en mi lista de razones para tener fe en el 2015 que este año posiblemente no iba a ser el ideal para los amantes de la conducción dada la baja cantidad de títulos potentes que este género va a recibir en los próximos meses. No obstante, un solo juego lo suficientemente bueno al año puede ser más que suficiente para salvar a una categoría así, y el candidato ideal para ello en 2015 está muy claro: 'Project CARS'.

De hecho, Slightly Mad Studios cuenta con una oportunidad inmejorable para dar un golpe sobre la mesa y ponerse a la altura de los más grandes de la velocidad, pues ante la baja competencia que se presenta, todos los focos van a estar centrados en su obra. Si consigue aprovechar la coyuntura lanzando un juego que esté a la altura de las circunstancias, podríamos estar hablando del comienzo de una franquicia con mucho futuro por delante. Pero quizás eso sea adelantarnos demasiado, porque lo que ahora toca es abrocharnos el cinturón y dar una vuelta de calentamiento repasando todo lo que promete traer este proyecto.

La comunidad como motor

'Project CARS' puede presumir de haber contado con un desarrollo de lo más particular, durante el cual ha sido determinante el peso de una comunidad de usuarios que ha ido aportando ideas, corrección de errores, apoyo económico e incluso generando contenido mediante una serie de herramientas preparadas para ello. No en vano, ese "CARS" del título viene escrito en mayúsculas porque actúa como acrónimo de Community Assisted Racing Simulator, toda una declaración de intenciones que ha servido como espíritu creativo durante su concepción.

Ese "CARS" del título actúa como acrónimo de Community Assisted Racing Simulator, toda una declaración de intenciones

El objetivo del estudio británico es el de poder sacar adelante el juego sin depender de ninguna gran compañía para la publicación, con el consiguiente rango de libertad creativa que eso supone. Naturalmente, la promesa incluye un reparto de los beneficios obtenidos con los miembros de la comunidad que hayan colaborado durante todo este tiempo, pues es de bien nacidos ser agradecidos; para ellos habrá pagos trimestrales, que lógicamente se estimarán en función de lo aportado previamente, durante los tres primeros años que el juego esté a la venta.

Desde Slightly Mad Studios se ha buscado también la ayuda de verdaderos profesionales de la materia como Ben Collins, más conocido por ser el piloto detrás de The Stig, o Nicolas Hamilton, corredor de la European Touring Car Cup y hermano de Lewis. Toda esta forma de hacer las cosas tan característica ha sido bautizada como WMD (World of Mass Development), unas siglas que con toda probabilidad escucharemos muchas más veces a partir de ahora. La única compañía externa que va a participar en todo el asunto es Bandai Namco Games, echando una mano en las labores de distribución del producto.

Realismo a través de la pasión

En la propia web oficial del juego, los creadores de 'Project CARS' se atreven a definir su apuesta como un simulador comparable a las sagas 'Forza Motorsport' y 'Gran Turismo' que pretende ofrecer la clase de opciones avanzadas que tradicionalmente se han reservado para obras de ordenador como 'iRacing' y 'rFactor'. Dicho así suena la mar de bien, y viendo toda la pasión que se está poniendo en el proyecto desde los diferentes sectores que están tomando parte en su desarrollo, me inclino a pensar que la ambiciosa promesa puede llegar a hacerse realidad.

En el corazón del proyecto late una versión mejorada y ampliada del motor MADNESS, adaptado para ser más realista

En el corazón del proyecto late una versión mejorada y ampliada del motor MADNESS usado previamente en en 'Need for Speed: Shift', adaptado según sus creadores para aprovechar las posibilidades actuales de computación en favor de una experiencia de simulación más realista. Esta apuesta por exprimir al máximo la técnica provocó que el desarrollo de las versiones para Xbox 360 y PlayStation 3 quedara abandonado en favor de lograr la experiencia más avanzada posible, pero serán sacrificios aceptables si los resultados acaban estando a la altura.

Según han ido comentando sus responsables, la variedad de periféricos que podremos utilizar va a ser enorme, empezando naturalmente por los siempre socorridos volantes; si tenéis curiosidad por saber si os valdrá el vuestro, podéis echar un vistazo a la lista que hasta el momento se ha hecho pública de volantes compatibles. También se ha prometido que habrá soporte para Oculus Rift y Project Morpheus llegado el momento, así como algunas ideas interesantes aprovechando los mandos de consolas como el poder escuchar a nuestro ingeniero de pista a través de los altavoces integrados en el DualShock 4.

Traza tu propio camino

La ambición del proyecto irá más allá de reflejar una experiencia de simulación altamente realista: en lo que a cantidad y variedad de contenido se refiere, Slightly Mad Studios también pretende marcar un nuevo estándar. Su idea es presentar desde el primer momento un acercamiento lo más abierto posible a diversas formas de conducción, desde los coches de carretera más convencionales hasta avanzados prototipos de Le Mans, dejando en manos del jugador decidir qué camino quiere tomar, en una especie de sandbox de conducción que se opondrá así al sistema tradicional que nos obliga a ir siguiendo un camino trazado de antemano.

La idea es presentar desde el primer momento un acercamiento lo más abierto posible, dejando en manos del jugador decidir qué camino quiere tomar

Aún no disponemos de una lista cerrada de coches que estarán disponibles en la versión final, pero por lo que se puede ver en las diferentes categorías que se han hecho públicas, no nos va a faltar donde elegir. No será posible aplicar mejoras a los mismos porque, según aseguran sus creadores, todos vendrán ya con las prestaciones más potentes posibles, pero naturalmente sí que dispondremos de una alta cantidad de ajustes que retocar para conseguir un bólido que se adecúe milimétricamente a nuestros gustos en la conducción.

En lo que a trazados se refiere, la promesa es incluir más localizaciones que ningún juego de carreras reciente, incluyendo auténticos templos del motor como Le Mans, Monza, Silverstone o Laguna Seca; por cuestiones de licencias, no todos ellos podrán incluir los nombres reales. Además de los grandes circuitos de sobra conocidos por todos, encontraremos también trazados por carretera o pistas de karts, lo cuales por descontado podremos disfrutar solos en multijugador. Muchas modalidades incluirán el formato clásico de competición de varios días, con sesiones de entrenamiento, rondas de calificación y carrera real, durante las cuales la iluminación y las condiciones meteorológicas irán variando de forma dinámica.

Fecha de salida, precio y plataformas

Como antes he comentado, las versiones para Playstation 3 y Xbox 360 quedaron en la cuneta del desarrollo, pero eso no impedirá disfrutar de 'Project CARS' en una enorme variedad de plataformas: PC, Xbox One, PlayStation 4, Wii U y Steam OS. Las tres primeras versiones estarán a la venta el próximo 20 de marzo en Europa, mientras que las dos restantes no tienen fecha confirmada por el momento y solo sabemos que llegarán a lo largo de 2015. Lo que sí conocemos son las especificaciones publicadas para la versión de PC:

Requisitos mínimos

• Procesador: 2.66 GHz Intel Core 2 Quad Q8400, 3.0 GHz AMD Phenom II X4 940.
• Gráfica: nVidia GTX 260, ATI Radeon HD 5770.
• Memoria: 4Gb RAM, 1Gb VRAM.

Especificaciones recomendadas

• Procesador: 3.5 GHz Intel Core i7 3700, 4.0 GHz AMD FX-8350.
• Gráfica: nVidia GT600 series, AMD Radeon HD7000 series.
• Memoria: 8Gb RAM, 2Gb VRAM.

El juego ya está disponible para su reserva tanto en formato físico como en digital, incluyendo un pack de coches modificado como recompensa para quienes decidan depositar ya su confianza. Los precios oscilan entre los 39,95 euros de la versión de ordenador y los 59,95 de la edición en consolas.

Vídeos de Project CARS

Sitio oficial | Project CARS

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La noticia Project CARS fue publicada originalmente en Vidaextra por Gallego .

Mientras tanto en Arabia Saudí

Seguro que te ha pasado alguna vez: tienes varias pestañas abiertas y en alguna de ellas se está reproduciendo algún contenido ‘que suena’, caso de un vídeo o música. Y para detener el sonido tienes que quitar el volumen del ordenador o buscar la pestaña que está reproduciendo audio.

Hay una forma rápida de saber cuál es la pestaña chillona y de silenciarla en el navegador Chrome (versiones para Mac, Windows, Linux, Chrome OS), tal y como explican en How to Mute Noisy Tabs in Google Chrome.

Hay que acceder a la configuración de Chrome escribiendo en la barra de direcciones:

chrome://flags/#enable-tab-audio-muting

Y habilitar la opción llamada “Habilitar control de interfaz de usuario para silenciar el audio de las pestañas”.

Después de reiniciar el navegador el icono de un altavoz delatará a aquellas pestañas que están haciendo ruido y basta hacer clic en ese icono para silenciar la pestaña.

# Enlace Permanente

La nueva reforma del Código Penal de España trae consigo cambios respecto a la calificación de los delitos informáticos como terrorismo. ¿Cómo afecta a internet?

Sin duda el tema de conversación central estos días es la reforma del Código Penal y sus implicaciones respecto a actividades en la red que hasta ahora, pese a que algunas de ellas eran constitutivas de delito por la naturaleza del tipo objetivo y del daño causado, no estaban tipificadas como delitos de terrorismo, o al menos, no lo estaban todas las actividades informáticas tipificadas.

En este sentido, con el pacto entre partidos para la lucha contra el terrorismo yihadista, la reforma del código penal tiene algunas particularidades que afectan a la red, al tipo objetivo tipificado, y a las actividades ilícitas de los usuarios que hasta ahora simplemente eran constitutivas de delito dentro de sus propios tipos. Y es que una de las cuestiones que más preocupa a los estados es el terrorismo, dentro de sus formas, pero aplicado a la web, por lo que no de extrañar que se busquen nuevas fórmulas para luchar contra el terrorismo en la red.

En un momento en que la mayoría de infraestructuras de gobierno, empresas y comunidades están en la red, un potencial ataque puede suponer un desastre, y más en sectores claves como el energético. Por ello, uno de los epicentros de la reforma del Código Penal está relacionado con el cambio de calificación de los delitos informáticos a delitos de terrorismo -cuando se den algunos de los aspectos del tipo-, y que desde va a cambiar a la red y su uso en según que sectores: mayor vigilancia y mayor punibilidad para según que acciones u omisiones.

Nueva definición de terrorismo

De hecho, ya en la exposición de motivos de la reforma del Código Penal, se alerta del uso de nuevos instrumentos de captación, adiestramiento o adoctrinamiento en el odio por parte terrorismo internacional de corte yihadista, en los que además se hace uso de la red para llevar acabo estos actos, por lo que el Gobierno ha encontrado la excusa perfecta para dar a los cuerpos de seguridad del estado, jueces y magistrados nuevas herramientas para combatir este tipo de amenazas, y lógicamente estas herramientas pasan por endurecer la Ley Penal y la vigilancia sobre la red.

Delitos informáticos son terrorismo siempre que se cumplan los aspectos del artículo 573 Lo más interesante de todo es que, al cambio en la legislación penal, también le ha acompañado una nueva definición del delito de terrorismo con tal de que sea más adecuado a la definición dada por la Decisión Marco de la UE del 2008. Esta nueva definición, además de los tipos de las reformas anteriores, la definición se amplia para calificar como delito de terrorismo los propios del 573 apartado uno y los que hasta ahora simplemente estaban calificados como delitos informáticos:

Se considerarán igualmente delitos de terrorismo los delitos informáticos tipificados en los artículos 197 bis a 197 ter y 264 a 264 quáter cuando los hechos se cometan con alguna de las finalidades a las que se refiere el apartado anterior.

¿Y qué delitos informáticos tiene consideración de terrorismo en el nuevo Código Penal? Fácil, a la calificación tradicional de terrorismo del 573, sobre los delitos graves contra vida o la integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los recursos naturales o el medio ambiente, etc.. con el fin de subvertir el orden constitucional, la paz, o el funcionamiento de una organización internacional, se añaden (cuando se hayan realizado por vía telemática y con el fin del 573): el delito de descubrimiento y revelación de secretos, y los ataques informáticos cuando dañasen, deteriorasen, alterasen, suprimiesen, o hiciesen inaccesibles datos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos.

El problema de convertir el antiguo artículo 264 en delito de terrorismo es que se puede caer en la arbitrariedad a la hora de calificar una conducta especifica con el tipo objetivo. Por ejemplo, tal como está redactada la reforma del código penal, la saturación del servicio de correo por el envío masivo de correos a los diputados, puede calificarse como delito de terrorismo si paraliza el servidor del Congreso, como bien apuntan desde el Bufet Almeida.

Hacktivismo será terrorismo cuando vaya contra el orden constitucional o instituciones del estadoPor el mismo camino puede considerase como delito del terrorismo cuando se utilice la red para promover el desorden público o por ejemplo también lo serán los ataque del tipo denegación de servicio cuando el objetivo sea una organización gubernamental o internacional; por lo que el hacktivismo, tan de moda últimamente, pasaría a tener calificación de terrorismo siempre que se haga, eso sí, con la intención del nuevo artículo 573. Además y con el nuevo artículo 571 de la mano, que define organización terrorista, grupos como Anonymous, Lizard Squad o LulzSec, entre otros, pasarían a ser oficialmente grupos terroristas en el nuevo orden penal.

Contra el adoctrinamiento pasivo y activo

Además uno de los cambios que incluye la reforma del Código Penal en el artículo 575 es el aumento de las penas para el adoctrinamiento, tanto el activo como el pasivo, con hasta cinco años para todos aquellos que, con la finalidad de capacitarse para llevar a cabo cualquiera de los delitos tipificados de terrorismo, reciban adoctrinamiento o adiestramiento militar o de combate, bien por terceros o bien por sí mismo, incluyendo, acceso y consulta de webs de adoctrinamiento o contenidos terroristas por ciudadanos españoles:

Se entenderá que comete este delito quien, con tal finalidad, acceda de manera habitual a uno o varios servicios de comunicación accesibles al público en línea o contenidos accesibles a través de Internet o de un servicio de comunicaciones
electrónicas cuyos contenidos estén dirigidos o resulten idóneos para incitar a la incorporación a una organización o grupo terrorista, o a colaborar con cualquiera de ellos o en sus fines.

Prestadores de servicios y retirada de contenidos

No obstante, el problema que tiene cambiar la calificación de terrorismo para dar cabida a los delitos informáticos es que también tiene calificar la infraestructura y ampliar el alcance del tipo a los ilícitos asociados al entono de la red. Lógicamente la nueva regulación penal no es ajena a ello, por lo que ha incluido mecanismo para intentar mitigar los efectos de los la propia regulación de aquellos tipo por comisión.

En este sentido para los casos de comisión de delitos de terrorismo o de enaltecimiento -que también incluye los cometido en redes como Twitter o Facebook como hasta ahora- la nueva Ley Penal, 578 mediante, ha dotado a los jueces y magistrados con herramientas para acordar la retirada del contenido cuando el delito se haya cometido a través de tecnologías de la información y la comunicación, y además, ordenar a los prestadores de servicios de alojamiento que retiren los contenidos ilícitos, a los motores de búsqueda que supriman los enlaces que apunten a ellos y a los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas que impidan el acceso a los contenidos.

¿Será suficiente? De momento la mayoría de medida van enfocadas a casos muy concretos y queda mucha labor policial y judicial por delante, pero parece que es un primer paso.