Ayer Google anunció que cierra Google Reader. No pretendo hacer un anuncio que a estas alturas ya es antiguo ni un análisis acerca de la decisión de la empresa norteamericana. Ya lo han hecho otros, y mucho mejor de lo que yo podría hacerlo. A mi entender, un buen ejemplo de ello en este caso es Enrique Dans.
Llevo años usando Google Reader y, los que me conocéis, sabéis que lo he recomendado a lo largo de charlas, cursos y escritos a lo largo del tiempo. Hasta ayer, de hecho, hacía un uso intensivo del servicio tanto a nivel personal como profesional. Pero en lo que a mi respecta, si Google ha tomado esa decisión, su herramienta ya debe formar parte de mi pasado y lo que se impone es buscar alternativas para poder seguir sacando partido del RSS en un proceso que se parezca el máximo posible al que tenía hasta ahora. Por ahora intento sacar de mi cabeza que sea una vía muerta, como apunta Lorena Fernández en El RSS ha muerto (aunque comparto sus premisas, me niego a aceptar la conclusión 
¿Cuál de las herramientas existentes a día de hoy me ofrece eso? El panorama no es alentador y se reduce, prácticamente, a lo que aparece en un par de posts de Mashable y Bitelia. Descarto de entrada usar herramientas como Flipboard o similares, que son muy bonitas pero nada prácticas si quieres hacer algo más que ver fotos y leer cuatro noticias en momentos muertos, así que me centro en las más feas pero que se dejan trabajar. De ellas, pruebo Feedly en su versión para navegador Chrome y The Old Reader.
La primera la descarto casi de inmediato aunque me permite importar sin problemas todas las suscripciones a Google Reader. Básicamente, la razón es que no se parece en nada al sistema que estaba usando y no me resulta cómodo, ya que no veo una manera fácil de gestionar las nuevas lecturas: leer todo en modo completo, poder automatizar acciones mediante RSS… en fin, que no me gusta.
La segunda, en cambio, me enamora enseguida. La razón es que es casi igual que Google Reader… con una diferencia: esta es mejor porque incluye las funcionalidades que Google eliminó hace un tiempo: seguir a usuarios y tener un espacio público de elementos compartidos… ¡que además cuenta con canal RSS!
Pero los amores a primera vista a veces engañan, así que me pongo a probarla. Primer problema: parece ser que se ha saturado ante la cantidad de usuarios que están intentando hacer lo mismo que yo y las importaciones automáticas del archivo xml de Google Reader no están disponibles. Yo, que como digo me he enamorado… pongo todo lo que puedo de mi parte y suscribo todas las fuentes manualmente hasta que obtengo lo siguiente:

Como veis, se pueden organizar los hilos en categorías (que a su vez se pueden ordenar al gusto; aquí preferiría una ordenación alfabética automática). Además, como decía, se pueden compartir las publicaciones (y comentarlas públicamente) o bien marcar como favoritas. Ésto último se muestra a la Google Reader de antes:

Me gusta: vuelve a aparecer el componente social que tan útil me había resultado en sus tiempos.
En cuanto a los compartidos, además de ir a una página pública tienen salida vía RSS, así que se pueden usar para automatizar procesos (compartir automáticamente en Twitter, enviar a Evernote, enviar por correo, publicar en un blog, etc.). Para probarlo, configuro una tarea en ifttt para que publique tuits desde Hootsuite usando la etiqueta #FromRSS. Este es un ejemplo:
What’s mine is yours | Your Daily Cap bit.ly/Yvx8vm #FromRSS
— Javier Leiva (@javierleiva) 15 de març de 2013
A falta de un uso intensivo, lo que veo me gusta bastante y decido usarlo a partir de ahora para intentar convertirlo en mi sistema de gestión de lecturas vía RSS. Ahora bien, ¿hasta cuándo? ¿Será algo sostenible o en poco tiempo tendré que volver a buscar de nuevo… o me veré obligado a aceptar las conclusiones de Lorena? Espero que sea lo primero, pero lo que cuenta Antonio Ortiz en Error 500 tiene todo el sentido (El modelo Google Reader era imposible y lo seguirá siendo) y también me genera dudas la propia empresa: ¿serán capaces de responder a lo que se les viene encima o morirán de éxito? En un post de ayer (Unexpected day: what are we gonna do about Google Reader death? Keep calm and carry on), dan a entender dos cosas:
- Esto les ha pillado de repente y sin capacidad para asumirlo de golpe (son solo tres en este proyecto), así que se han puesto a buscar gente y horas al reloj y seguramente están priorizando lo urgente sobre lo importante.
- Tienen ideas para intentar desmentir a Antonio Ortiz y conseguir que una herramienta de este tipo sea rentable.
Sé que es difícil el reto en el que se encuentran porque he vivido alguna situación parecida (no tan a lo bestia), así que puedo comprender la angustia que sentirán en este momento (aunque bueno, dicen que keep calm, así que quizá lo llevan bien…) pero también la satisfacción que tendrán si salen adelante. Ojalá lo consigan, sería una alegría para un proyecto modesto pero bonito como el suyo… y por supuesto también lo sería para los que acabamos de recibir el aviso de desahucio de Google Reader.
Publicado en el blog de Javier Leiva Aguilera con el título Después de Google Reader, ¿qué? La opción The Old Reader (subscríbete por correo).
Javier es consultor independiente y formador en estrategia de comunicación web, gestión de la reputación online, sistemas de información, organización de contenidos digitales y content curation. Es autor de los libros Gestión de la reputación online y El content Curator.