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19 Mar 15:37

6 beneficios psicológicos de cabrearse en la vida profesional y personal (759)

by Yoriento
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Creemos que enfadarse es una emoción negativa, pero existen estudios que muestran el lado positivo del cabreo

Hace unos días hablamos de cómo mejorar la vida profesional ‘molestando’ siguiendo las sugerencias de @ristomejide. Y fue precisamente en su libro, #annoyomics, donde encontré la referencia a este análisis del enfado apoyado en investigaciones de la psicologíaThe Upside of Anger: 6 Psychological Benefits of Getting Mad que os voy a reseñar en este artículo gracias a la colaboración de @asunblanca. Y es que ni el optimismo es tan positivo, ni el enfado es tan negativo.  

Si el coaching es ‘orientación con glamour’, la inteligencia emocional es cabrearse con estilo. Cuéntanos aquella vez en que cabrearte fue bueno para tu vida personal o profesional.

“El valor de la ira: 6 beneficios psicológicos de enfadarse.”

Hay todo tipo de buenas razones, sensatas y civilizadas razones para evitar enfadarse. No sólo te hace sentir mal, también te hace hacer y decir cosas estúpidas sin darte cuenta del riesgo y la autodestrucción que pueden conllevar. Por eso la gente se esfuerza por suprimir, redirigir y ocultar su ira. La mayoría de nosotros tratamos nuestro cabreo como si fuese irracional e impresentable. Pero como cualquier emoción, el cabreo también tiene su misión, y puede ser utilizado con efectos positivos.

1. El cabreo es una fuerza motivadora

En ocasiones escuchas gente que habla sobre utilizar el cabreo como una fuerza motivadora ‘transformando el enfado en una energía positiva’. El enfado puede empujarnos hacia delante para conseguir nuestros objetivos ante los problemas que puedan surgir.
Por ejemplo, en un estudio se le mostró a los participantes objetos que asociaban con una recompensa. Otros fueron expuestos primero a caras de ira. Estos últimos a los que les enseñaron caras cabreadas estaban más predispuestos a querer los objetos que se les mostraron a continuación. (Aarts et al., 2010).

Cuando vemos algo ventajoso, lo queremos con más interés cuando estamos enfadados. Por lo tanto, bien usado, el cabreo constructivo puede hacer que te sientas fuerte y con poder que te impulse a conseguir lo que quieres.

2 La gente cabreada es más optimista

Quizá suene raro, pero la gente cabreada tiene algo en común con la gente feliz y es que ambos tienden a ser más optimistas.

En un estudio sobre el temor al terrorismo (Lerner et al. 2003) llevado a cabo tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, los participantes que experimentaron más temor y menos ira fueron más pesimistas acerca de la posibilidad de posteriores ataques en el futuro.

3 El cabreo puede beneficiar las relaciones

El enfado es una reacción natural cuando somos tratados injustamente por los demás y es una forma de comunicar este sentimiento de injusticia . Pero la sociedad nos dice que es peligroso y que debemos esconderlo. ¿Cómo influye esto en nuestras relaciones?

Curiosamente, otra investigación ha mostrado que esconder el enfado ante relaciones más cercanas puede ser perjudicial (Baumeister et al., 1990). El problema es que al esconder tu enfado, tu pareja o compañeros non saben si han hecho algo mal. Y pueden continuar haciéndolo, lo que no hace ningún bien para tus relaciones. La expresión del cabreo, si es de forma justificada y con el objetivo de encontrar una solución, más que por el hecho de vengarte, puede realmente ser beneficioso y hacer más cercanas tus relaciones.

4 El cabreo te da perspectiva de ti mismo

El cabreo puede también ayudarte a conocerte, si te dejas.
A una muestra de americanos y rusos se les preguntó sobre cómo los estallidos de ira recientes les habían afectado (Kassinove et al., 1997). El 55% afirmó que enfadarse les había resultado positivo. El tercio superior de este grupo dijo que la ira les proporcionó una idea de si mismos y de su propios errores.
Si podemos darnos cuenta cuando nos cabreamos y por qué, entonces podremos aprender cómo mejorar nuestras vidas. El enfado puede motivar nuestro propio cambio.

5 El cabreo reduce la violencia

Aunque el enfado a menudo precede a la violencia física, el cabreo también es una forma de minimizar la violencia porque es un señal social muy fuerte que indica que una situación ha de resolverse. Cuando otros ven la señal están más motivados para intertar aplacar a la parte cabreada.
Imagina un mundo sin cabreo donde la gente no tuviese un método para mostrar sus sentimientos antes las injusticias. ¿Podrían recurrir directamente a la violencia?

6 El cabreo como estrategia de negociación

El cabreo puede ser un método legítimo de conseguir lo que quieres. En un estudio relativo a negociación, los participantes hicieron más y mayores concesiones y pocas peticiones a una persona cabreada que a una que estaba feliz (Van Kleef et al., 2002).
Así que hay algunas evidencias de que la ira puede utilizarse como estrategia de negociación. Pero no se trata simplemente de perder los papeles para pretender conseguir así lo que quieras.

La ira es probable que funcione mejor cuando esta justificada, si apareces poderoso y cuando las opciones de la otra parte son limitadas Sinaceur & Tiedens, 2006; Van Kleef et al., 2007).

Las tres características del cabreo constructivo

El cabreo puede reducir la violencia, beneficiar las relaciones, promover el optimismo y ser una fuerza motivadora útil pero puede fácilmente ser destructivo. Son las emociones humanas: la tranquilidad no siempre es buena y la ira no siempre es mala, aunque podamos sentirlo así. Una persona infeliz está también más predispuesta a encontrar errores y una persona enfadada está más motivada a actuar. Necesitamos tener presente que incluso las emociones de miedo y peligro pueden tener su lado positivo, siempre que las usemos para un correcto propósito.

Las personas parecen entender de forma inconsciente los beneficios del cabreo. Un estudio encontró que los participantes que iban a formar parte de un juego de confrontación estuvieron más predispuestos a escuchar música rabiosa de antemano o volver a pensar en las cosas que habían hecho que se enojaran (Tamir et al, 2008). A partir de ahí fueron al juego mejor preparados porque se sentían más cabreados.

Veamos las tres características de un enfado eficiente contra una o varias persona:

1 Que la persona que es causa del enfado esté presente
2 Que esté justificado y sea proporcional al perjuicio causado
3 Y que sea expresada como el primer paso en el intento de solucionar un problema más que como un escape del mal sentimiento.

Y tú, ¿con quién vas a cabrearte ahora?