Dragonxreila

Seguimos con novedades que nos llegan desde la PlayStation Experience. En este caso Square Enix ha anunciado la llegada del clásico ‘Final Fantasy VII’ a PS4.

Y cuando hablan del clásico significa que no se ha tocado ni un pelo del original. Llegará con los mismos gráficos (reescalados) y lo hará en algún momento de la primavera de 2015.

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La noticia Square Enix llevará el clásico Final Fantasy VII a PS4 la próxima primavera fue publicada originalmente en Vidaextra por Alex C .

¿Te da igual que sea Pepsi?

El vídeo muestra una haz de luz rebotando en un espejo. Está grabada con una cámara que capta, sin necesidad de flash ni luces estroboscópicas, 100.000 millones de fotogramas por segundo. En Motherboard, The Fastest Camera Ever Created Will Be Used to Study Invisibility Cloaks, «puedes ver la luz moviéndose y cómo pasa a través y alrededor de los objetos».

La cámara utiliza tecnología de las cámaras de barrido cuyo sensor se desplaza lateralmente a gran velocidad. En esta variante denominada CUP (Compressed Ultrafast Photography) la lente capta los fotones y los envía a través de un tubo hasta una superficie del tamaño de una moneda recubierta con un millón de microespejos. El proceso descompone los fotones que forman la luz en electrones que son recogidos según llegan a un sensor CCD: World's fastest 2D camera can capture 100 billion frames per second.

Esta tecnología tiene numerosas aplicaciones en ciencia, incluyendo medicina, y tecnología, incluyendo el desarrollo de capas de invisibilidad o de «ocultación óptica, en los que la luz se curva o se deforma en torno a los objetos en lugar de pasar a través de ellos.»

# Enlace Permanente

Un sistema para crear lentillas con pantalla incorporado, como la digievolución de las Google Glass, es lo que están desarrollando investigadores de la Universidad de Washington. En este caso, a las lentillas se les incoporta una pantalla LED.

Como estamos hablando de un dispositivo tan minúsculo, lo que han hecho ha sido imprimir la pantalla con una impresora 3D que produce puntos cuánticos de LED, como uno de los píxeles de una pantalla OLED. Está formado por una capa emisora (nanocristales de ciertos materiales, como seleniuro de cadmio), que se coloca entre otras dos capas, una de ellas aporta electrones y la otra los acepta.

El diseño todavía es muy propio de la ciencia ficción y aún tiene que resolver algunos problemas, como la fuente de alimentación: se requiere de un aporte de energía externo, lo que conlleva la instalación de una antena en las lentillas, con el fin de que estas se puedan cargar de forma inalámbrica.

Es poco probable que empecemos a ver la impresión de pantallas de teléfonos inteligentes píxel por píxel, ya que los procesos de fabricación a granel son más rápidos y más baratos. Sin embargo, cuando abordamos una tarea tan compleja como como poner LEDs en un área circular de la lente de contacto de menos de 2 mm de diámetro, puede ser útil, aunque caro.

Vía | Geek | Thing Big

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La noticia La impresión 3D de una pantalla LED que se integra en unas lentillas fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .

¿Dónde estabas tú hace veinte años? Puede que muchos de los que estáis leyendo ahora mismo estas líneas ni siquiera hubierais nacido, o que con suerte estuvierais dando vuestros primeros pasos, pero hace ya dos décadas (¡dos décadas!) del estreno mundial de la primera PlayStation, una consola que inevitablemente cambió el transcurso de esta industria para siempre. El camino que llevó hasta su concepción no fue precisamente sencillo, pero tras cuatro generaciones de consolas domésticas y dos de portátiles, esta marca se mantiene como una de las más representativas del mundo del ocio electrónico.

No es de extrañar que Sony haya querido celebrar una fecha tan señalada por todo lo alto, algo a lo que nosotros también nos queremos sumar, porque nos gusta más una fiesta que cien domingos. Y también porque, para qué negarlo, aquella venerable consola gris nos dio grandes momentos para el recuerdo, perlas que quedarán para siempre grabadas en la memoria de todo jugador que se acercara a ella cuando dominaba el mercado. Aquí van doce de los más significativos de cuantos tuve la oportunidad de disfrutar durante aquella etapa gloriosa, aunque son solo una representativa muestra de tantas horas de dedicación.

Sobrevivir al interrogatorio de Ocelot

'Metal Gear Solid' revolucionó el concepto que hasta aquel momento teníamos de diseño de producción en un videojuego, siendo entre otras cosas capaz de romper la cuarta barrera para ofrecernos secuencias tan impresionantes como la del interrogatorio de Revolver Ocelot a Solid Snake. Un momento crucial en el transcurso de esta aventura y en el de nuestras vidas como jugadores, que nos obligó a esforzarnos machacando el botón como si realmente nos fuera la vida en ello.

Partirle la boca a Sefirot

Una historia puede ser tan grande como el malo que le da sentido, y es por ello que es difícil encontrar juegos más grandes que 'Final Fantasy VII'. Fueron muchas y muy poderosas las razones que nos dio para odiarlo profundamente, y por ello disfruté tanto cuando por fin me pude poner ante él, cara a cara, y seleccionar el Omnilátigo para ajustar cuentas de una vez por todas. ¡Va por ti, Aeris!

Escalar Pikes Peak con mi Suzuki Escudo

Decía el rumor que 'Gran Turismo 2' contaba con un monstruoso vehículo de casi mil caballos de potencia y capaz de superar los 400 km/h, una auténtica bestia parda que se convertía en el mayor premio al que cualquier jugador lograba aspirar. No podías decir que habías completado este juego hasta que por fin conseguías hacerte con aquel Suzuki Escudo y afrontabas como es debido la subida a Pikes Peak, el trazado para el que fue diseñado.

PlayStation inevitablemente cambió el transcurso de esta industria para siempre

Hacer frente al T-Rex

La sufrida arqueóloga Lara Croft ha tenido que enfrentarse a todo tipo de amenazas a lo largo de los años, pero ninguna quedará tan fuertemente grabada en nuestras retinas como aquel Tyrannosaurus Rex que aparecía imponente y letal en el primer 'Tomb Raider'. El simpático dinosaurio ha hecho acto de presencia en otras entregas de la franquicia, pero ninguna me dejará tan pasmado como aquella primera vez que le vi asomar el morro en pantalla.

Encontrar ese zombie... ¡Ese zombie!

Mis amigos me habían hablado mucho del miedo que daba 'Resident Evil', pero nada me había preparado para el impacto que supuso el encuentro con aquel primer zombie que, al ser interrumpido durante la hora de la merienda, giraba lentamente la cabeza para saludar, y ya de paso para decidir si éramos válidos como segundo plato. Una generación entera quedó marcada por aquella mirada muerta y aquel sonido espeluznante.

Acumular millones de puntos en el almacén

De niño tuve un monopatín que me regalaron, pero reconozco que nunca supe hacer muchas cosas con él. Mi interés por las tablas con ruedas podría haber quedado ahí, pero entonces apareció 'Tony Hawk's Pro Skater' en mi vida y todo cambió. De hecho, no me parece descabellado decir que una de las actividades a las que más horas dediqué en la época de PlayStation fue a conseguir puntos, puntos y más puntos haciendo todas las piruetas imaginables en el nivel del almacén.

Chocar frontalmente en el centro del ruedo

Toda la existencia de la saga 'Destruction Derby' se justificaba por un momento único, explosivo, catártico: ese en el que, terminada la cuenta atrás del speaker, todos los coches se dirigían furiosos hacia el centro del círculo mortal que era Red Pike Arena para provocar una colisión simultánea donde los trozos de chapa, transmutados en enormes píxeles, saltaban horriblemente por los aires. Adrenalina pura.

Repartir "perfects" con Hwoarang

Los 'Tekken' fueron grandes emblemas de la primera consola de Sony, y no tengo duda de que entre ellos me quedo especialmente con el tercer capítulo, donde hizo su primera aparición el coreano Hwoarang. Dominar su letal taekwondo, en el que todo se convertía en una tormenta de patadas para el rival, podía ser garantía absoluta de los "perfects" más gratificantes que se puedan imaginar.

Aquella venerable consola gris nos dio grandes momentos para el recuerdo

Entrar en la niebla de mis pesadillas

Todos estos recuerdos aquí plasmados los experimento hoy de forma consciente, pero hay uno en concreto que más bien me persigue en mis pesadillas: el de deambular solitario por la insondable niebla de 'Silent Hill'. Yo sé que hoy lo veis y os da la risa, pero en aquellos tiempos éramos más impresionables, hasta tal punto que he de hacer una confesión: la primera vez que me puse con él, lo pasé tan mal que tuve que dejarlo al poco de empezar; años después, con más valor en el cuerpo, decidí volver a adentrarme en aquella niebla maldita.

Saltar por los aires en San Francisco

Las empinadas calles de San Francisco han sido escenario habitual en el cine para presentar espectaculares persecuciones, pero nada como protagonizarlas tú mismo, algo que nos ofreció por primera vez el gran 'Driver'. Recuerdo pasar las horas muertas subiendo y bajando las avenidas que ofrecían los mejores saltos, por el simple placer de ver mi coche volando hacia un futuro incierto contra el duro asfalto.

Marcar mi primer gol desde campo propio

Juegos de fútbol ya habíamos probado muchos antes de 'ISS Pro Evolution', pero a mí al menos este fue el primero que consiguió hacerme sentir pasiones tan encendidas como las que transmite el deporte rey en la vida real. Es por ello que cada logro aquí era celebrado como si tu equipo marcara el gol decisivo en una final de Champions League, más aún si conseguías completar acciones tan espectaculares como marcar un gol desde campo propio. El grito de alegría se podía oír en todo el edificio.

Dominar el dichoso táser

Antes de jugar al primer capítulo de 'Syphon Filter' no tenía ni idea de lo que era un táser, pero Gabe Logan se encargó de dejarlo claro a todos. Y mira que este título tenía un atractivo surtido de armas para elegir cómo afrontar los combates, pero al final siempre acaba recurriendo a esta solución tan poco ortodoxa y que ofrecía situaciones tan esperpénticas con los enemigos que osaban ponerse en nuestro camino.

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Luego de varias temporadas un tanto desafortunadas, la temporada 26 de The Simpsons vuelve a sus bases logrando buenos resultados y aunque no se alcance la genialidad estratosférica de las primeras, esta nueva temporada puede incluso sorprender.

Sí, la temporada de 26 de The Simpsons tiene muy buen tono hasta ahora, incluso resulta fresca, entretenida, con momentos muy especiales y divertidos. ¿Por qué es importante decirlo? Porque The Simpsons tiene tiempo que ha dejado mucho que desear a sus fans pese a los esfuerzos de los creadores de la longeva serie, aunque ha mantenido su renovación año con año y sigue siendo una serie rentable en cuanto a dinero y audiencia se refiere, algunos fans (por no decir muchos), hemos visto con tristeza que The Simpsons se ha convertido en una serie cansina e incluso de mal gusto.

The Simpsons se ha convertido en una serie cansina e incluso de mal gusto

Esto último nos ha llevado a elevar las primeras temporadas de la familia de Springfield a un nivel estratosférico de la genialidad y catalogarlas como “insuperables”. Varias veces me he preguntado qué es lo que ha cambiado desde entonces, ¿en verdad se volvieron tan malos?, ¿no será que nosotros cambiamos? o ¿acaso la sociedad que critica la serie es ya de por sí absurda en su estado natural? Creo que la respuesta es: sí a todo.

El gag del sillón

La primera vez que vi The Simpsons apenas sí tenía 12 años, el día posterior al estreno de episodio no se hablaba de otra cosa en la escuela. Todos repetíamos las frases y había quien grababa el capítulo (sí, en VHS). Ese chico afortunado podía reproducir la experiencia, cuantas veces quisiera, de la explosión de humor que resultaba la familia amarilla. Todo era osadía, nuevo, fresco, ameno, simpático, empático, emotivo y cuantos adjetivos se quiera. Y es que no había nada igual, pero no solo la falta de alternativas hicieron que los fans del mundo se reunieran religiosamente cada semana a ver capítulos nuevos de The Simpsons sino que, en verdad demostraron que su genialidad irreverente era necesaria en la televisión y para un público ávido de cosas nuevas, de televisión alocada y alejada de las buenos comportamientos pero ojo, cargada de valores, humor y crítica geniales.

Tal vez a fuerza de repetición lo “irreverente” se volvió “común”

Con el paso del tiempo, ya podemos saber lo que sucedió. Más series animadas entraban a la temática de la familia osada que ponía a prueba a los televidentes, la censura, a los mismos directivos de las cadenas de televisión. Tal vez a fuerza de repetición lo “irreverente” se volvió “común”. Entonces ya se era osado porque se podía y no por la urgencia de serlo. Los fans crecimos junto con la serie y de pronto, sin saber cómo, ver The Simpsons ya no representaba un ritual casi religioso, ya no había referencias nuevas sino las mismas de las primeras temporadas y atónitos vimos que los capítulos nuevos agotaron toda capacidad de sorpresa. Simplemente “algo” cambió. Recuerdo que cuando me di cuenta de lo soso que me resultaba The Simpsons fue un día que vi un capítulo de ellos después de uno de Futurama. Sentí como dice Bart cuando vende su alma: sé que es gracioso pero no me sale la risa.

Para el inicio de su temporada 26, The Simpsons preparó un genial gag del sillón, hecho por el ingenio de Don Hertzfeldt.

Historia dentro de otra historia

Recordemos cuántas veces nos hemos sorprendido porque nos damos cuenta que un capítulo que adoramos comienza con una historia “que nada tiene que ver” con la historia principal. Esta genialidad de los creadores es uno de los rasgos que convirtió los capítulos de The Simpsons en memorables. En las temporadas no tan afortunadas de la serie este recurso parece forzado y acartonado. Otros recursos constantes han sido las historias en el futuro, las puestas en escena, sin ningún motivo y la mar de sosas, de historias clásicas, las apariciones de personajes de la vida real una constante y no una sorpresa, así como una poco atinada lista de variables no tan variables con resultados insulsos.

S26

Con sorpresa he visto como cada capítulo de la temporada 26 logra, con mucha mayor naturalidad, momentos agradables, hilarantes y algunos bastante geniales. Los crossover prometidos un acierto. El, también prometido, homenaje a Stanley Kubrick muy bueno, divertido y cuando crees que ya no dará más, lo hace. La calidad de animación en The Simpsons ha alcanzado un gran nivel, que se disfruta y se agradece.

En verdad que me ha sorprendido esta temporada, claro que no todo es de mi agrado sin embargo mi valoración final es positiva. Tal vez no falte quien no esté de acuerdo con lo dicho y crea que me pudo haber dado un ataque de nostalgia o me desintoxiqué de más de The Simpsons y que por esto me parecen “buenos de nuevo”, la respuesta también puede ser: sí a todo. Lo cierto es que creo que esta temporada vale la pena entre las muchas que no ha valido y aunque (con nostalgia aparte) muy por seguro no se alcance a las maravillosas primeras temporadas, la número 26 tiene un buen nivel.

Muchas otras series animadas son disruptivas en otros divertidos sentidos, podría solo por nombrar algunas a Adventure Time, Gravity Falls, Bravest Warriors o BoJack Horseman y que indudablemente son también producto de lo que The Simpsons hizo y ha hecho con el público alrededor del mundo, incluso los creadores de estas series mencionadas crecieron como fans de la familia de Springfield. El gran legado que ha dejado a la televisión The Simpsons, incluso si decidimos quedarnos únicamente con las primeras temporadas, es indudable. Bien por The Simpsons, por los de antes, por los de ahora o solo por ser quien son.

Hmmmmmm

Mediante una curiosa técnica óptica esta lente permite «ver el aire» y apreciar los detalles gracias a un montaje de su flujo y movimiento gracias a una cámara de vídeo y una lente de telescopio. Más detalles en la Universidad de Harvard: Schlieren Optics.

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